La Comisión de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza despejó ayer todas las incógnitas sobre el destino de los casi 8,7 millones de remanente de tesorería del año pasado. La oposición se presentó con una propuesta conjunta, pactada de antemano, y anunciada allí mismo y excluyendo al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) de la negociación -aunque se sumó a algunas de sus iniciativas-. Y que echaba por tierra todas sus propuestas de inversión. Una alternativa, explicaron, que venía a refrendar que «desde posiciones políticas distantes sí que se puede llegar a acuerdos» con «altura de miras» y sin pasar por un Gobierno «antidemocrático».

El resultado definitivo estuvo marcado en todo momento por la polémica de las sociedades y la decisión de ZeC de llevar a los tribunales el bloqueo de los fondos y la posterior citación judicial de los 22 concejales del PP, el PSOE, Ciudadanos (Cs) y CHA. Así es como justificaron que el millón de euros que el Gobierno pretendía dedicar a una operación asfalto extraordinaria para toda la ciudad se acabe destinando a cambiar el software de la Policía Local (900.000 euros) y a arreglar el entorno y los accesos a La Romareda (100.000). Esto último, además, recibirá 600.000 euros más, que se detraerán de una operación baldosas en todos los distritos, que iba a dotarse con 3 millones. Y los 2,4 restantes sean para comprar autobuses eléctricos.

El responsable de las finanzas municipales, Fernando Rivarés, alertó que este gasto se perdería porque no lo autorizará el interventor, ya que debe acometerlo la concesionaria. Pero este replicó que, aunque su informe sea negativo, el dinero se puede redirigir a otras inversiones luego.

GASTO DIRIGIDO // La oposición solo respetó el dinero que se quería dedicar a comprar nuevos vehículos para la Policía Local. Y el millón para el alumbrado, pero en este caso se le dijo a ZeC donde irán las luminarias led: 600.000 euros solo para la calle Condes de Aragón y 400.000 para el Parque Grande, el del Tío Jorge y Torre Ramona. Y los 2.516.715,91 euros para mejorar los parques acabaron redirigidos a suprimir barreras arquitectónicas (1.651.715,91), reparar caminos rurales (200.000), crear parques intergeneracionales (300.000), la recuperación de las riberas (233.000) y vehículos para Protección Civil (132.000).

Toda una sorpresa para Rivarés que se encontró con esa enmienda a la totalidad en vivo. «Lo importante no es dónde se dedica sino que es gracias a la buena gestión económica de ZeC», rebrincó. Era la parte sobrante que dejaban los 9,7 millones que dejará a cero la cuenta de las facturas pendientes de consignar a presupuesto.

El edil de ZeC arremetió contra las contradicciones de esa decisión pactada. «Se han pegado tres años pidiendo dinero para una operación baldosas y asfalto y todos, pudiendo destinarlo ahora se lo cargan para cambiar el software de la Policía y para arreglar solo el entorno de La Romareda» porque «de modo organizadico lo han pactado».

María Jesús Martínez del Campo, del PP, resaltó que el dinero se podía perder si no fuera por «una oposición responsable que llega a un acuerdo frente a un Gobierno autoritario y antidemocrático», incluso con el apoyo de la izquierda, que ZeC está perdiendo y «debería llevarle a reflexionar». El socialista Javier Trívez añadió que tenían «argumentos para decir no a todas las propuestas» de ZeC, en una situación «irrespirable, de asfixia», y porque «en ningún momento quiso negociar».

«Hemos hecho una alternativa que es más beneficiosa para la ciudad», valoró Sara Fernández, de Cs. Lo llamativo es que la idea de La Romareda la planteó CHA, cuyo portavoz, Carmelo Asensio, justificó con que «está hecho una pena», a la vez que explicó que la propuestade ZeC era «tan genérica que su operación asfalto podría permitir la compra de las torres del Pilar». Y lo más importante, que el plan b de la oposición sí tenía la unanimidad, la suya.