El sindicato de enseñanza STEA -uno de los cinco con presencia en mesa sectorial- aseguró ayer que las oposiciones anunciadas por el Departamento de Educación «tan solo» reducirá la interinidad un 7% en el 2022, cuando concluirá el proceso de oposiciones anunciado por la DGA en el que se ofertarán 9.671 vacantes, de las que a educación corresponden 2.129.

El sindicato argumenta que «tras las adjudicaciones a interinos el presente curso, la plantilla de docentes ascendía a 15.996 efectivos, de los cuales casi 4.800 tienen la condición de ser funcionarios interinos, es decir sobre el 30% de la plantilla total», pero «si se convocan 2.129 plazas, quedaran 2.671 interinos, pero si sumamos las jubilaciones previstas (unas 350 por año entre 2020 y 2022), nos darían unas 1.050, en consecuencia las mismas deben de ser cubiertas por interinos, de lo que se deduce que el total de estos funcionarios necesarios para el curso 2022-23 ascenderá a 3.721 efectivos, representando el 23 % del total de docentes».

Para Stea, el reparto de las 2.129 vacantes a oposición se distribuye concentrando el grueso -1.540- entre el 2018 (cuando se baraja convocar 763 plazas) y el 2019 (con 777 vacantes previstas). «El acuerdo se firma para que el punto álgido de su efecto se alcance el año de las elecciones autonómicas, 2019», indica. Las 589 vacantes restantes, hasta completar las 2.129, se reparten en tres años -2020 (especialidades de medias no convocadas antes), 2021 (maestros) y 2022 (con especialidades de todos los cuerpos)-. «Las 2.129 plazas son la oferta correspondiente a seis años (la del 2016 no ejecutada en el 2017, hasta la que se activará en el 2022), con lo que nos salen 355 vacantes por año, es decir, una cifra modesta y que básicamente se corresponde con las jubilaciones». Por eso, el colectivo entiende que «el empleo estable destruido en plenos recortes se recupera muy poco, un 7%».