Todavía no hay fecha ni se conoce qué especialidades se ofertarán. Lo único seguro es que, tal y como la DGA confirmó a los sindicatos el pasado jueves, Aragón celebrará en el 2017 oposiciones para profesores. Pero los aspirantes comienzan a estar seriamente preocupados por la posibilidad de que numerosos opositores procedentes de otras comunidades autónomas cercanas en las que no se celebrará ese proceso, prueben suerte en Aragón. Es el denominado efecto llamada.

Sindicatos como CGT o STEA ya han mostrado su inquietud por este fenómeno, que reducirá, dicen, las opciones de los aspirantes aragoneses. Así, todo apunta a que, como indica STEA, «el grueso de comunidades que tienen como única lengua oficial el castellano convocarán especialidades de magisterio». En este apartado se incluirían Andalucía, Madrid, Asturias, Canarias y alguna otra como la limítrofe Castilla-La Mancha, que, además, también convocaría del cuerpo de inspectores y de enseñanzas de régimen especial. A ellas se podría sumar Castilla y León, aunque esta todavía no tiene una decisión formal tomada. Por su parte, las comunidades con lengua vernácula cooficial -Cataluña o Páis Vasco— «blindan su mercado laboral de opositores exigiéndoles que la dominen», exponen desde el sindicato.

PRÓXIMAS CITAS

Aragón, por su parte, ya ha confirmado que habrá oposiciones de Secundaria y FP este curso --en la segunda mitad de junio-- independientemente de lo que hagan otras. A falta de especificar las especialidades que se ofertarán, Educación planteó a los sindicatos una serie de criterios para elegirlas. «Se tenderá a ofertar especialidades donde haya falta de interinos y aquellas que hace más tiempo que no salen, además de aquellas con mayor envejecimiento del profesorado. Además, se intentará no sacar especialidades complementarias: Por ejemplo si se saca ingles de Secundaria no se sacará Ingles de Escuela de Idiomas y viceversa», expone CGT.

Además, la intención de la Administración es ofertar especialidades cuyo desarrollo curricular «tienda a aumentar la carga lectiva y se mirara con especial cuidado las especialidades que tienen carga docente en FP básica», añade el sindicato.

En este sentido, STEA advierte de que, en estos momentos, Aragón

«lleva el ritmo cambiado con el grueso de comunidades, fruto del mal hacer del PP en el pasado, pero deberíamos buscarle una solución», Por ello, plantea, por ejemplo, «congelar un año las oposiciones», convocando pero sin realizar los exámenes hasta el año siguiente, «pues el efecto llamada opera alternativamente en contra de nuestros interinos, en 2016 contra los opositores de magisterio, y en 2017 contra los de medias, y así hasta el infinito».