La plataforma que se opone a la construcción de una presa en el río Bergantes a su paso por Aguaviva pidió ayer la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas de las Cortes de Aragón, en Zaragoza, que haga todo lo que está en su mano para que se "paralice y descarte definitivamente" el proyecto por sus graves afecciones medioambientales y su impacto negativo sobre la agricultura, el turismo y la industria del municipio. Dos miembros del colectivo, Pedro Cucalón y Aitor Miñana, aseguraron que si la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sigue adelante con la obra, que está valorada en 60 millones y se halla en fase de exposición pública, recurrirán a los tribunales y llevarán el caso ante la Unión Europea (UE).

La CHE justifica la obra en la necesidad de laminar el río Bergantes para evitar inundaciones, que podrían tener consecuencias desastrosas aguas abajo, en localidades como Calanda, Castelserás y Alcañiz. Sin embargo, la plataforma considera que ese argumento es una "argucia" para sacar adelante una presa innecesaria y aboga por construir un aliviadero en el embalse de Calanda, situado aguas abajo.

En las Cortes, la plataforma logró la opinión favorable de PSOE, IU y CHA, mientras que PP y PAR se mostraron distantes con la solicitud de los opositores al proyecto, que ha recibido miles de alegaciones.

"No se trata de una imposición", subrayó Manu Blasco, por el PAR, que señaló que el emplazamiento había sido elegido con criterios técnicos buscando incrementar la seguridad frente a las riadas.

En la sesión intervinieron el alcalde de Aguaviva, Rafael Cervera (PAR) y la concejala socialista Rosa María Clemente, que denunció que la presa entrañaría la "despoblación" de la zona y subrayó que el Bergantes no plantea problemas de seguridad.