Los oscenses castigaron duramente el gobierno en mayoría del PSOE en la capital con la pérdida de cerca de 3.000 votos, más del 30%. Los problemas surgidos en los últimos años, como la gestión del agua, el convenio de las harineras o algún conflicto con el polígono industrial han pasado factura al equipo de Fernando Elboj.

Pese a ello, el descenso le ha salido barato al perder únicamente tres concejales debido a la fuerte abstención, que ha crecido en cuatro puntos respecto a los comicios del 2003.

Para gobernar, el PSOE tendrá que volver a pactar, aunque las condiciones son mejores que en 1999, cuando fue necesario un tripartito. Ahora le basta con llegar a un acuerdo con CHA o con PAR, aunque la situación puede estar condicionada de alguna manera a los pactos que se establezcan en otras latitudes.

El descenso socialista no ha sido aprovechado por ninguno de los partidos de la oposición, salvo por Izquierda Unida, que ha experimentado un fuerte ascenso. En el 2003, cuando concurrió en coalición con Los Verdes, se quedó fuera del consistorio y obtuvo poco más de un millar de votos.

En solitario le ha salido más rentable. Ha conseguido más votos y vuelve a la institución con un concejal, que, inicialmente, no va a servirle para participar en el gobierno municipal.

De haber vuelto a repetir la candidatura conjunto del 2003, la lista hubiera obtenido dos ediles, en detrimento del PAR, que se hubiera quedado con uno. Los Verdes han obtenido en esta ocasión 753 votos, casi la mitad de los que necesitaban para tener presencia municipal.

OPOSICIÓN El Partido Popular apenas ha rentabilizado el desgaste experimentado por el equipo de Elboj. Si la subida parece importante porcentualmente, con casi cinco puntos al alza, el alto índice de abstención deja las cosas más claras. El PP solo ha ganado 700 votos, lo que le sirve para conseguir un edil más, pero sigue sin tener ninguna posibilidad de alcanzar una porción de poder y está condenado a cuatro años más de oposición.

Sin embargo, los resultados de los populares han sido al menos positivos, cosa que no ocurre con CHA y, solo parcialmente con el PAR, que es el que más se beneficia con la abstención.

Los aragonesistas, con menor número de votos que en los anteriores comicios, se quedan con un concejal más. Difícilmente podrían haber obtenido un resultado más rentable si alcanzan un acuerdo de gobierno con el PSOE, con el que ya hizo buenas migas en 1999-2003.

La otra novia para gobernar el consistorio con los socialistas es Chunta Aragonesista, que, sin haber tocado poder, ha perdido una considerable cantidad de votos, aunque porcentualmente sólo se haya dejado menos de un punto. En esta ocasión, CHA se ha quedado como estaba, con dos concejales, pero que sufre sun frenazo en la progresión de los últimos años.