Dejar todo para hacer algo, o lo que es lo mismo: ir de propio. Una expresión tan aragonesa era la única que podía poner nombre a una nueva moda efervescente en las redes sociales --especialmente en Instagram-- para conocer más a fondo los lugares más desconocidos y modernos en Zaragoza.

Existen rincones recónditos en las ciudades de los cuales es difícil tener constancia de su existencia, incluso aunque se conozca la urbe de arriba abajo. Se trata de una cuestión de enfoque. La ribera del Ebro no es la misma con un filtro X-Pro de Instagram o una vajilla de cerámica en un bar vintage de La Magdalena nunca hubiese despertado éxito sin un un filtro Valencia y un plano cenital. Recuperar una Zaragoza diferente, "un poco hipster y alejada de las propuestas turísticas más convencionales e institucionales es lo que el equipo de @irdepropio ha conseguido a través de su cuenta de Instagram.

Inés, María, Eva y Elisa se conocieron a través de sus cuentas privadas en esta red social. Las cuatro dedicaban su tiempo libre a visitar esa otra Zaragoza que no sale en las guías y se dieron cuenta de que la mayoría de instantáneas que publicaban en sus perfiles se alejaban de lo común. No era frecuente ver la plaza del Pilar o el Puente de Piedra, sino que lugares que estaban ahí pero no se mostraban por no ser lo típico que ponía a Zaragoza en el mapa cosechaban likes y se convertían en tendencia en Instagram. Sus fotos transportaban a sus seguidores a lugares de Barcelona o Madrid, pero nada más lejos de realidad. Zaragoza era la protagonista.

La cuenta de @irdepropio nació con el afán de dar a conocer esa otraZaragoza que, a través de ese mismo hastag ha conseguido que más de 5.300 instagramers se hayan sumado a una ruta de recomendaciones que llevan a los zaragozanos por los rincones más modernos de la ciudad. Quisieron alejarse de lo mainstream para dar un paseo por lo local, lo creativo y lo diferente; poner en valor lo artesanal, explotar una imagen más atractiva de la ciudad, y abarcar sus aspectos más cosmopolitas, de los que el equipo de @irdepropio se siente orgulloso.

Disfrutar de un mojito a la orilla del Ebro en Le Pastis, comprar unos jeans vintage en Grey Gardens o Blue Velvet, pasar una mañana de domingo en el mercadillo de Las Armas, tomar el vermú en El Trujalico o pasear por Villa Felice son algunas de las prácticas que han retratado.

Un recorrido 2.0 por tiendas, bares y restaurantes, exposiciones, conciertos y eventos, paseos, arquitectura y paisajes de la capital aragonesa que han conseguido que miles de zaragozanos "vayan de propio" hasta allí para descubrir un estilo de vida diferente. Además, el sistema para dar a conocer estos lugares no es algo aleatorio, ni tampoco responde a un interés subjetivo de las creadoras de la cuenta. Se trata de una cadena, un circuito que pretende crear sinergias entre los enclaves que conforman otraZaragoza y que apoyan esta filosofía. Cada vez que visitan un establecimiento, aprovechan para consultar a su propietario dónde iría de propio a tomar una caña, a comprar un regalo, a pasear, a cenar o a ver una exposición. Lo que han demostrado es que existe otra Zaragoza, pero para descubrirla hay que ir de propio.