La presentación de las cuentas sirvió, además, para conocer el coste definitivo de algunas de las obras más emblemáticas y las inversiones más importantes de la Expo. Entre ellas destaca el precio definitivo del pabellón puente, por el que se acabará pagando 88,3 millones de euros, más del doble de lo que estaba presupuestado, casi lo mismo que costó la adquisición de los terrenos del meandro de Ranillas (87,2) y 35 más que otro de los edificios emblemáticos, la Torre del agua, que se liquidará por 53,9 millones de euros. Otras obras importantes cuyo coste final también se dio a conocer son el acuario fluvial y los edificios de pabellones, por los que se acabará pagando 24,7 y 180,5 millones de euros, respectivamente. Además, se supo que la urbanización del recinto, que ha empezado a desmantelarse, tendrá un coste final de 107,8 millones de euros y que el edificio DHC (que suministra frío y calor al recinto) tendrá un precio de 6,2 millones, mientras que el cubo de cristal que se ha utilizado de oficinas saldrá por 12,3 millones de euros. La expografía y el mobiliario saldrá por 28,7 millones.