Lograr una confesión en el hospital Miguel Servet de Zaragoza fue una misión imposible para el compañero de Soledad Lario que, enfermo de leucemia e ingresado en la sexta planta del centro, solicitó confesión y hasta el tercer sacerdote no la logró.

Lario informó que lleva cuatro años conviviendo con su pareja. Un hecho que pusieron en conocimiento del cura y que fue el motivo por el que rechazó realizar la confesión. "Nos dijo que no podía hacerlo porque no estábamos casados y eso no estaba bien visto a los ojos de Dios", explicó.

Lo intentaron con un segundo que también se negó a hacerlo. Los motivos que esgrimió fueron los mismos que el de su compañero. Sin embargo, fue el tercer sacerdote que acudió el que accedió a confersarle.

Fuentes eclesiásticas explicaron que, de acuerdo con el Derecho Canónico, no se puede recibir un sacramento si no se cumplen las normas de la Iglesia, y en este caso vivir en pecado no lo es.