De los 54 componentes del Consejo Escolar de Aragón, tan solo tres tienen decidido no firmar el documento elaborado por el órgano consultivo que debe servir de base para alcanzar un pacto educativo en la comunidad. Y todos ellos son sindicatos. Es el caso de CGT y STEA, que no firmarán, y CCOO, aunque el periodo de reflexión que se ha abierto en el consejo obedece a un tiempo extra otorgado a este último sindicato para apurar las opciones de que se acoja a la rúbrica colectiva. Ese plazo acaba la próxima semana.

Será, pues, un pacto presidido por el consenso entre la inmensa mayoría de los componentes de la comunidad educativa, lo que le confiere un carácter pionero en el país. Porque hay otros pactos, pero no de la envergadura de Aragón ni en cuanto a la complejidad del documento, los apartados y secciones que incluye y, sobre todo, la participación de todos los sectores. «Somos pioneros porque se ha puesto de acuerdo a padres, profesores y alumnos de la escuela pública y de la concertada. Y eso provoca que estemos ante un pacto histórico», sostiene un representante del órgano.

Los que no quieren firmar lo hacen apoyados en que, como indica CGT, «en ningún momento se habla de pública y de concertada y no hay una apuesta clara por la pública. Además, cuando se aborda el currículum, no se habla de la Religión».

Un pacto «peligroso»

STEA, por su parte, no se adhiere a este pacto por considerarlo «peligroso para la enseñanza pública» y da «certificado de igualdad a la enseñanza privada concertada y sus intereses ideológicos y económicos en detrimento de lo público». Prueba de ello, sostiene el sindicato, es que los representantes de la red concertada lo han apoyado «en bloque».

Aunque asegura apreciar el proceso participativo y colaborativo seguido en el Consejo Escolar de Aragón durante un año «en el diseño y debates para la redacción final del pacto», STEA cree que el texto final es «criticable no tanto por lo que tiene como, sobre todo, por lo que no tiene: es ambiguo, hace uso de eufemismos para no nombrar a las cosas por su nombre, es un conjunto de párrafos con frases bien sonantes y políticamente correctas, pero sin sustancia» y advierte que esa ambigüedad «puede servir para justificar nuevos recortes en la pública a favor de la concertada» por lo que concluye que «no podemos dejar cabos sueltos firmando un pacto ambiguo».

Más objeciones

CCOO, por su parte, considera «preocupante» la ausencia de un «compromiso financiero realista» al menos para esta legislatura. Además, «no se resuelven los problemas de escolarización en cuanto a la distribución equilibrada de la diversidad que año a año están presentes en este proceso», exponen desde el sindicato. Asimismo, denuncian que «nos parece muy peligroso abordar el asunto de la evaluación docente cuando tendrá que ser el futuro Estatuto de la Función Pública docente el que centre el tema tras la oportuna negociación con el Ministerio de Educación».

No habrá más disidentes en un Consejo Escolar de Aragón que acumula un año de negociaciones, diálogo y debate. Así lo impuso la consejera de Educación, Mayte Pérez, cuando puso en manos de este órgano la elaboración de un acuerdo que debe sentar las bases de la educación aragonesa.

En la actualidad, el consejo está integrado por nueve representantes del profesorado -seis de la pública y tres de la privada--, nueve padres, cuatro representantes del alumnado, tres miembros del personal de administración y servicios, tres titulares de centros privados y concertados, tres representantes de centrales sindicales, otros tantos miembros de organizaciones empresariales, cuatro miembros de la Administración propuestos por la consejería de Educación, dos representantes de la Universidad de Zaragoza y cuatro personas destacadas en la Práctica, Renovación e Investigación educativa a propuesta del Consejo de Gobierno de la DGA.

Además, también figuran cuatro representantes de las federaciones o asociaciones de municipios, un miembro de los movimientos de renovación pedagógica y cinco representantes más de las Cortes de Aragón con representación parlamentaria. H