La opción de que los colegios puedan optar a un modelo de jornada continua a partir del próximo curso no ha ilusionado a las familias, que exigen "evaluaciones" que propicien los cambios necesarios "si no se cumpliesen los objetivos y expectativas creados".

Tradicionalmente, las asociaciones de padres se han mostrado más partidarios del actual horario, aunque en los últimos años se hayan escenificado acercamientos de posturas con los sindicatos, siempre partidarios del cambio. Ahora, la propuesta de Educación de flexibilizar los tiempos escolares se acoge con cierto grado de resignación por parte de las familias, que, eso sí, exigen situar al alumnado en el centro de todo. "Confíamos en que los cambios no se conviertan exclusivamente en comprimir el horario lectivo al alumnado, ni en que el profesorado tenga las tardes libres, ni siquiera en que las familias tengan garantizada la apertura del centro para facilitarles su conciliación laboral y familiar, sino que se aproveche la tan demandada autonomía de centros que les va a posibilitar elegir su modelo educativo, para ponerla de verdad al servicio de la mejora de la formación integral del alumnado", expuso Flor Miguel, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la escuela pública (Fapar).

El colectivo, además, expone que el papel relevante que la Administración pretende otorgar a los padres a la hora de decidir el modelo educativo del centro tenga continuidad en otros aspectos. "Pedimos que esta autonomía y la importancia que se nos da a las familias en este tema, sea el mismo en el resto de asuntos que nos afectan en los centros y sobre los que hasta ahora no hemos tenido capacidad alguna para decidir", añadió Miguel.

Por su parte, los sindicatos aplaudieron la medida adoptada por el departamento y el inicio del debate sobre la jornada. "Este derecho a la libre elección de jornada parte de la autonomía de los centros y por tanto es su comunidad educativa la que tiene que desarrollar en el proyecto hasta dónde quiere llegar", indicaron desde CCOO, que coincide con Fapar en la necesidad de "evaluar" el modelo elegido periódicamente "para considerar posibles mejoras".

LÍNEAS ROJAS UGT

también se congratuló de que los centros puedan decidir el modelo de jornada y se mostró de acuerdo con el planteamiento de un proyecto de tiempos escolares "que respeten el tiempo de apertura, los programas y servicios que ahora se tienen, que no precisen de más recursos que los actuales y que sean adecuados a las necesidades de cada comunidad educativa. Nos parece un buen principio", indicaron desde el colectivo.

CGT también celebró la apertura del proceso respetando las "líneas rojas" consensuadas hace dos años por Fapar y sindicatos. "Estamos de acuerdo con las líneas generales que ha expresado la administración para este proceso, como garantizar la equidad, la participación y la conciliación, y esperamos que tanto la normativa que concrete este proceso, como la puesta en práctica cumplan estas líneas generales. Siempre que sea así, CGT apoyará este proceso. Estaremos vigilantes", indicaron.

CSIF recordó la "insistencia incansable" del sindicato sobre esta materia a lo largo de la última década. "Además de la libre elección de jornada, se podrán establecer nuevas planificaciones y organizaciones de actividades", explicaron desde el sindicato, que comparte esta posibilidad de elección de nuevos modelos de organización "siempre que no se vean perjudicados los derechos laborales de los docentes, ni se vean reducidos los derechos y servicios actuales, como transporte, becas, comedor, actividades complementarias y extraescolares".