Durante la reunión del consejo rector se informó sobre la visita realizada al presidente de la Federación Internacional de Esquí (FIS) en Zúrich para darle a conocer la intención de la candidatura aragonesa y se comentó que las estaciones de Cerler, Panticosa y Astún cuentan con pistas que reúnen los requisitos necesarios para poder organizar pruebas de descenso, la prueba reina dentro de unos Juegos Olímpicos de invierno. Así, ahora se dispone de tres pistas posibles para albergar las pruebas de esta modalidad y habrá que esperar a que los técnicos de la FIS realicen sus informes para adoptar una decisión definitiva. Unos requisitos que, según explicó el gerente del consorcio, Manuel Fonseca, exigen un desnivel mínimo, una longitud de 800 metros para la prueba de hombres y de 600 para la de mujeres, y disponer de dos pistas independientes, una para realizar la prueba y una segunda, de reserva y para los entrenamientos. Así, Fonseca celebró que las montañas aragonesas ofrezcan más alternativas a la candidatura además de la de Cerler, que era la única hasta ahora que estaba fuera de toda duda que cumplía con las exigencias para organizar pruebas de esta disciplina. No obstante, el proyecto de Zaragoza-Pirineos deberá dilucidar en los próximos meses dónde se pueden organizar las diferentes pruebas deportivas de los Juegos del 2022.