El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, tuvo ayer en su socio de Gobierno, el PAR, al crítico más duro. La reprimenda, con velada amenaza de ruptura del pacto incluida, vino a cuenta de la Ley de Evaluación Ambiental --"trasvasista"-- aprobada en el Congreso horas después de la bronca en las Cortes. El portavoz aragonesista, Alfredo Boné, acusó al PP de ocultar la verdad, y pidió "menos palabras y más hechos" en su defensa de los intereses de la comunidad en materia hidráulica.

La oposición en bloque cargó contra Lobón, en particular, y el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi, en general, por su pasividad ante la aprobación de una ley que todos consideran trasvasista. Aunque nada duele tanto como cuando los reproches provienen de los más cercanos, de los tuyos. Por eso las palabras del portavoz del PAR, Alfredo Boné, sonaron tan duras, casi hirientes. "Es tan difícil decir la verdad como ocultarla", le espetó al consejero de Medio Ambiente. Una forma fina, casi poética, de acusar al PP de mentir.

Boné dejó patente que el PAR no está de acuerdo con la Ley de Evaluación Ambiental. "Los textos y las palabras no lo aguantan todo. Esta norma sí que afecta a Aragón". Lamentó que la Dirección General del Agua pueda autorizar la cesión de derechos hídricos, y criticó la modificación del artículo 72, que "suponía una salvaguarda frente a los trasvases". Ahora la puerta queda abierta. "Flaco favor nos han hecho", al acuerdo de Gobernabilidad y, en general, a los aragoneses, dijo dirigiéndose al PP, para resaltar después que las personas físicas o jurídicas con derechos hídricos podrán venderlos a otras que estén en Levante. Lobón poco pudo decir ante semejante rapapolvo, salvo admitir que su partido tiene "discrepancias" con el PAR acerca de esta ley.

Antes, sin embargo, en respuesta a una interpelación del PSOE, había intentado adornar las consecuencias de la ley de evaluación; negó la mayor: no permite trasvases, y procuró despejar las dudas de todos los grupos del hemiciclo con eufemismos. En su opinión, la normativa "elastiza" la cesión de derechos, pero no abre la puerta a que Levante se lleve agua del Ebro. Reiteró, una vez más, que el Gobierno de Aragón se opone, y se opondrá a los trasvases.

No convenció a la izquierda parlamentaria. El portavoz del PSOE, Javier Sada, culpó al PP de "ir en contra de todos" y de abrir "las puertas al trasvase de tapadillo". Reclamó un golpe encima de la mesa al Gobierno de Rudi y animó a Lobón a convocar a todos los partidos para hacer un frente común.

Joaquín Palacín (CHA) lamentó que el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, nunca haya dicho no al trasvase y desde IU, Miguel Aso, reconoció que le hubiese gustado que los diputados aragoneses del PP hubieran rechazado la Ley de Evaluación Ambiental.