El Partido Aragonés (PAR) y Chunta Aragonesista (CHA) mostraron ayer su preocupación por la iniciativa que salió adelante el pasado miércoles en el Congreso con los votos de PP y Ciudadanos y la abstención del PSOE, para impulsar un nuevo Plan Nacional del Agua en el que se habla de solidaridad entre cuencas y atención prioritaria a las deficitarias. El presidente del PAR, Arturo Aliaga, advirtió de que su partido estará vigilante para proteger los intereses hidráulicos de la comunidad «reconocidos y pactados», en alusión al pacto que su formación mantiene con el PP.

En rueda de prensa, Arturo Aliaga manifestó su «honda preocupación» por esta iniciativa, alertando de que «se pueden resucitar fantasmas de los trasvases», ante lo que la posición del PAR «es clara». Los aragonesistas exigen que se respete la reserva hídrica contemplada en el Estatuto de Autonomía, que se terminen las obras del Pacto del Agua y que cuando se debata sobre el caudal ecológico del Delta se dialogue también sobre la reserva hídrica.

«Esto es un inicio de una etapa que no nos gusta cómo empieza», dijo el presidente del PAR, quien insistió en que «vamos a estar vigilando día y noche» para ver cómo evoluciona esta posición. Aliaga recordó que sigue vigente el acuerdo electoral firmado con el PP en 2015 y 2016, que reconoce la reserva hídrica y el Pacto del Agua: «esa va a ser nuestra defensa», añadió, subrayando que «en coalición lo que se pacta se cumple».

Preocupación

También mostró su preocupación el portavoz de CHA, Gregorio Briz, quien señaló que «una vez más, el PP intenta colar el trasvase con eufemismos y sin citarlo», e indicó que su partido estará muy atento para ver «cómo evoluciona esta iniciativa y ver qué intenciones tiene el próximo Gobierno».

El diputado altoaragonés por el PSOE en el Congreso, Gonzalo Palacín, destacó que la propuesta popular es «un brindis al sol» que intenta ratificar las políticas en materia de agua que ha desarrollado el PP en los últimos cuatro años. Para Palacín, los consensos sobre el agua deberían estar mucho más meditados. El grupo optó por la abstención al considerar que la amenaza trasvasista únicamente se puede intuir en la referencia a la «solidaridad entre cuencas».

El diputado de Ciudadanos, Rodrigo Gómez. se mostró conforme. «El objetivo de la propuesta es alcanzar el mayor consenso posible», indicó. Y criticó la actitud de Podemos al agitar de nuevo el fantasma del Plan Hidrológico Nacional. «Algunos con la excusa del trasvase se oponen a todos los avances», aseguró el diputado de una formación que fuera de Aragón no renuncia a los trasvases. Los diputados aragoneses del PP en el Congreso declinaron hacer declaraciones.

Por su parte, el diputado de Podemos en el Congreso, Pedro Arrojo, que intervino en la comisión, fue muy crítico con la intención del PP y Ciudadanos, por querer relanzar «políticas trasvasistas». «Es una proposición con aroma rancio a viejas culturas del hormigón, basadas en la lógica trasvasista a la que los aragoneses ya consiguieron vencer hace década y media».