Tras dos años de intensa gestión ordinaria bajo la apisonadora del PSOE, el grupo municipal del PAR en el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido sacar la cabeza y empezar a mostrar sus cartas en lo que queda de legislatura. El nuevo campo de fútbol en San José y el impulso a una línea de metro serán las dos grandes bazas del PAR para los próximos meses. Pero no lo tendrá fácil.

El pacto de gobierno del 2007 hizo que los aragonesistas tragaran con el tranvía, un proyecto ya en construcción del que los socialistas sacan pecho casi a diario y que el PAR denostó durante la campaña electoral. El vicepresidente José Ángel Biel, por aquel entonces candidato al consistorio, promulgó a diestro y siniestro la puesta en marcha de siete líneas de metro y un contrato-programa para Zaragoza que dejaría 700 millones de euros en la ciudad. Poco o, mejor dicho, nada se sabe de unas y de otro.

Ahora, el portavoz municipal, Manuel Lorenzo Blasco, ha convencido al alcalde Juan Alberto Belloch para que defienda el metro a capa y espada. A punto estuvieron de volver a presentar esta semana un viejo anteproyecto del 2006 con cuatro trazados y una propuesta de línea este-oeste con paradas en Delicias y en el campo de fútbol de Miraflores.

Finalmente, escucharon a sus asesores y comprendieron que no podían volver a salir a vender humo. En las próximas semanas contarán que se ha adjudicado un nuevo estudio para continuar avanzando con la tramitación de este nuevo medio de transporte. Blasco tiene pendiente de negociar la cantidad que figurará en las cuentas del 2010 para convencer a los zaragozanos de que la idea va en serio esta vez.

EL ESTADIO En pocos meses, logró el PAR convencer al socio, al PP y a IU de la conveniencia de llevar el campo de fútbol a San José. Sin embargo, dos años después del acuerdo aún no hay financiación. El consejero de Economía, Alberto Larraz, se niega a ponerlas y, mientras tanto, siguen buscando fórmulas "imaginativas". El PAR requiere hacer realidad su proyecto estrella. Una vez más, Biel tendrá que intervenir y mediar con Marcelino Iglesias. Se promete de nuevo una solución de forma "inminente".

A pesar de que se vende a bombo y platillo que la comisión bilateral DGA-ayuntamiento funciona, lo cierto es que la supuesta periodicidad bimestral se ha quedado en dos reuniones al año. Y gracias. Además, la falta de sintonía ha sido palpable también esta semana en asuntos como la Ciudad de la Justicia. El Ejecutivo autónomo toma las decisiones de forma unilateral. PSOE y PAR en el consistorio defienden la importancia de que estos servicios públicos se quedasen en el Casco Histórico, mientras el consejero Rogelio Silva anunciaba que se iban a Ranillas y Belloch y el propio Blasco se enteraban por la prensa. Una vez más, Biel tenía que hacer de mediador para matizar el asunto y asegurar que el asunto se abordaría en la próxima bilateral.