Una delegación del grupo del Partido Aragonés en las Cortes de Aragón, encabezada por su portavoz, Arturo Aliaga, trasladó ayer a la presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, su reivindicación sobre el retorno a Aragón de los bienes artísticos y religiosos del monasterio de Sijena. De hecho, el Partido Aragonés registró una solicitud de comparecencia en el Parlament para explicar su postura en relación con los bienes depositados en distintas instituciones catalanas. La presidenta se comprometió a trasladar a la Mesa de la Comisión de Cultura la petición aragonesista.

A la salida del encuentro, Aliaga lo calificó de «cordial» y agradeció a Forcadell que se ofreciese a recibirlos en audiencia cuando fue informada de la intención del Partido Aragonés de solicitar su comparecencia. «Le hemos explicado el objetivo de nuestra comparecencia. Hay cuestiones clave como el retorno de los bienes, amparado en sentencias jurídicas», señaló el dirigente aragonesista, que estuvo acompañado por la mayor parte de su grupo parlamentario, con los diputados Zapater, Guerrero, Guillén y Herrero. Según Aliaga, puesto que «estamos en un Estado de derecho» hay que «cumplir las sentencias» y hacer posible que «los bienes vuelvan a Aragón». Los representantes del Partido Aragonés también defendieron ante Forcadell que ante «el 700 aniversario de la Corona de Aragón» los territorios que la conformaban deberían «actuar coordinadamente» en relación con «uno de los archivos más importantes de Europa», y también le expuso el «malestar que provoca en muchos aragoneses la tergiversación» que se hace en ocasiones en Cataluña de «la geografía y la historia» de la Corona de Aragón. Aliaga emplazó a la presidenta Forcadell, que no hizo declaraciones públicas, a «fortalecer las vinculaciones históricas, culturales y sociales» entre territorios vecinos.

El viaje de la delegación aragonesista incluyó una visita al Museo Diocesano de Lérida, que tiene expuestas siete de las 44 obras aragonesas que posee de Sijena y parroquias altoaragonesas, y al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que aloja los murales de la Sala Capitular del monasterio de Sijena, una de las joyas del arte románico europeo y que Calatuña se niega a devolver.