El Partido Aragonés celebró ayer comité nacional. Lo hizo sin fisuras. Su presidente, José Ángel Biel, lanzó un mensaje de unidad y optimismo de cara las próximas elecciones. En esta ocasión no hubo conflictos ni peticiones para que se celebre el congreso. Faltaron algunos de los militantes más críticos: Ni José María Mur ni Miguel Ferrer estuvieron presentes.

Biel volvió a atrincherarse tras el discurso de la unidad y el optimismo. "Tenemos un valor muy importante de cara a las próximas elecciones, el valor del centro y del aragonesismo. Eso nos da un plus, sobre todo, respecto a nuestra posición política decisiva", dijo el presidente del partido. Además reiteró la importancia estratégica de su formación para conseguir sumas. "Nadie tiene la mayoría en las Cortes y es evidente que habrá que tomar acuerdos de coalición". Y auguró que el PAR volverá a ser decisivo.

El secretario general del partido, Alfredo Boné, que es el que está trabajando en el territorio, informó de que se ha conformado ya el 60% de las candidaturas previstas y que se alcanzarán las 700. Además anunció que se celebrará una convención en junio, en Calatayud, en la que se marcarán las bases ideológicas.

Por lo demás, en el comité no hubo apenas intervenciones. Biel y Boné capitalizaron las opiniones. Y el presidente volvió a advertir sobre los peligros de las filtraciones a la prensa. Así que exigió a sus militantes lealtad y cautela. No hubo voces discordantes. Solo una militante reclamó más debate interno en los órganos del partido. Su petición apenas tuvo eco.

SECTOR CRÍTICO El comité sí que sirvió para constatar las distancias que existen en la actualidad entre Mur y la actual dirección del partido. En la última ejecutiva se produjo un conato de enfrentamiento entre el senador y Biel, que se ha saldado con un alejamiento entre ambos. También Miguel Ferrer dejó claro su malestar con su ausencia. La situación del partido en Teruel anda revuelta, aunque el actual alcalde de Teruel se excusó por tener varios actos de agenda como primer edil de la capital.

No dio para mucho más un comité celebrado sin presencia mediática. No se convocó a la prensa, para intentar alejar de los focos cualquier chispa que pudiese saltar en una partido que se encuentra convulso. Nadie pidió el congreso. Y no lo habrá, lo que garantiza a Biel mantener al PAR controlado y sin enfrentamientos. Algo fundamental para obtener un resultado electoral que les permita ser "determinantes" en la configuración de un gobierno.