Este año la quema de motores y maquinaria, normalmente agrícola, ha provocado un cuarto de los incendios por avería o negligencia en Aragón. Un dato que, según expertos en el combate de incendios forestales consultados, podría esconder una sorprendente realidad: las máquinas más modernas son más proclives a generar fuegos, por diversas causas que están bajo análisis.

Por ejemplo, apuntaban, un equipamiento tan habitual en cualquier vehículo como el aire acondicionado puede tener sus contraindicaciones para las faenas agrícolas. "Antes, no se le ocurriría a nadie ir a cosechar a determinadas horas del día, porque te podía dar algo con el calor. Ahora con el aire se puede ir cuando se quiera, y eso baja la percepción de las malas condiciones de estos horarios", explicaban.

"No se trata de responsabilizar a los agricultores de nada --aclaraban las fuentes consultadas--, sino de analizar la situación para ver si se pueden adoptar algunas medidas", apuntaba.

Por ejemplo, también está bajo análisis si las máquinas nuevas, con mucha más envergadura, tienen más facilidad para que las cuchillas golpeen las piedras en el campo, con lo que se pueden generar chispas y prender un fuego.

En la misma línea, el polvo que también se genera en mucha mayor cantidad con semejante movimiento podría estar detrás, al inflamarse, de alguno de los fuegos cuya causa no se acaba de determinar.

Otro factor que apuntaban las citadas fuentes era la presencia de empresas de servicios; dado el coste de estas máquinas, muchas veces se emplean en regímenes similares al alquiler, lo que hace que las cosechadoras --sobre todo, ya que son las más caras-- trabajen continuamente y puedan generar problemas mecánicos que, a su vez, desemboquen en incendios forestales. Más aún cuando se imponen las dobles cosechas para sacar rentabilidad al complicado sector agrícola en Aragón.