La Policía detuvo la semana pasada a una pareja de turistas que llevaron bastante más allá la costumbre de llevarse el champú o el cepillo de dientes de los hoteles: los detenidos se llevaron material por valor de 1.400 euros de un hotel de lujo en el que se alojaban, incluído un espejo del baño, que arrancaron.

Al parecer, E.C.M.C. (el hombre), de 45 años de edad y M.T.R.G, de 41, tenían bien planeada su estrategia. Tras llegar al establecimiento, donde habían reservado habitación, subieron a deshacer el equipaje y, al poco tiempo, bajaron a recepción porque querían cambiar de cuarto, al considerar que el suyo no estaba en condiciones para ocuparlo.

Armaron un escándalo para que les reubicasen, y en medio del trajín se aseguraron de tener las dos llaves, de la nueva y antigua habitación. En el cambio, aprovecharon para desvalijar la primera de ellas. Se llevaron todo lo que pudieron: sábanas, toallas, albornoces, bebidas del minibar y el citado espejo del baño. Para arrancarlo, causaron daños en los azulejos que los reponsables han valorado en 200 euros.

CONCIENZUDOS No contentos con arrasar con las dos habitaciones, los detenidos se habrían introducido también en zonas restringidas para los clientes, donde según pudieron constatar los investigadores se apoderaron de un gran número de toallas, sábanas, edredones y demás ropa de cama propiedad del hotel.

Después de la rapiña, los presuntos ladrones abandonaron el establecimiento. La limpiadora que acudió a las habitaciones avisó a los responsables del establecimiento del robo, bien visible gracias al destrozo en el baño, y estos procedieron a avisar a la Policía. Funcionarios de la comisaría del distrito Actur-Rey Fernando localizaron al poco tiempo el coche en las inmediaciones del hotel, y detuvieron a la pareja, de nacionalidad española.

En el vehículo, encontraron todos los objetos que desde el hotel habían denunciado como sustraídos. Pero además, la pareja tenía en el coche otra serie de prendas y menaje del hogar de los que no pudieron justificar su procedencia, por lo que la Policía continúa sus investigaciones para averiguar si habían robado antes en otros hoteles. Los indicios apuntan en este sentido.

Fuentes policiales aclararon que los detenidos, al menos, pagaron religiosamente por su estancia en el hotel.