En menos de seis meses, el Parque Deportivo Ebro volverá a abrir sus puertas al público con el objetivo de convertirse en una instalación deportiva de referencia no solo en Zaragoza, sino en toda la comunidad autónoma.

Tras dos años sin actividad, la colaboración público-privada entre el Gobierno de Aragón y la Fundación Educación, Salud y Deporte (ESDA) hará posible que un lugar "emblemático" según describió el director general de deportes del Ejecutivo aragonés, Félix Brocate, vuelva a tener actividad. La fundación invertirá 5 millones de euros en tres años con miras a ampliar el presupuesto a 10 millones, y en septiembre pretende tener ya listas las instalaciones básicas para su apertura: el campo de fútbol, el de hockey hierba y la piscina.

El proyecto de explotación, que se firmó el pasado 2 de febrero, tiene una concesión demanial de 35 años y supone terminar, en palabras de la consejera Dolores Serrat con una "espina" que ha estado presente a lo largo de toda la legislatura.

ESPACIO ABIERTO

La fundación, integrada por la Federación Aragonesa de Natación, la Fundación Rey Ardid, Jorge Blasco Moreno y la Asociación para la Protección del Medio Ambiente, pretende llevar acabo un proyecto "ambicioso" que dará servicio deportivo al barrio de la Almozara pero también a toda la ciudad. De hecho, quiere llegar a ser un centro dirigido al deportista pero también a la competición y a la formación deportiva y al intercambio internacional; todo ello en un espacio abierto basado en la gestión sostenible.

Los casi 140.000 metros cuadrados de superficie del parque albergarán instalaciones para practicar ténis, pádel, pelota, hockey hierba, triatlón, voley playa, balonmano playa, natación, waterpolo, entre otros. Se aprovechará la cercanía del río para hacer piragüismo o kayac.

Se ha proyectado también un centro de formación de técnicos, un centro de coaching deportivo, una clínica de fisioterapia, servicio de nutricionista y un centro de recuperación. Se construirán tres zonas de restauración: cafetería, restaurante colectivo y restaurante a la carta.Con el ánimo de formar a jóvenes deportistas se elevarán dos edificios residencia y aulas con última tecnología.

Al tratarse de una fundación, el 70% del beneficio se reinvertirá en las instalaciones y el otro 30% se destinará a obra social como becas o ayudas puntuales a deportistas. La integración social será también importante, y se realizarán labores de jardinería a cargo de la Fundación Rey Ardid.