Los vecinos del Rollo trasladaron ayer su problemática de cada fin de semana con el ocio nocturno, con ruidos, peleas y botellones que les perturban el sueño y el descanso, y consiguieron convencer a todos los partidos de que urge actuar. Todos pactaron poner límites a los «tres o cuatro piratas» que están haciendo un «uso fraudulento» de la figura de la declaración responsable. Esta permite agilizar la tramitación a los nuevos negocios que se quieren abrir en la ciudad, o a las reformas, pero ahora se está utilizando por estos locales de ocio nocturno para reabrir poco después de que el ayuntamiento les obligue a cerrar por las numerosas denuncias que reciben.

Se trata de una solución de urgencia, y muy acotada a aquellos que no cumplen con la otra normativa, estricta, en materia de ruidos, horarios y venta de alcohol, pero la definitiva debe ser la revisión de la ordenanza que regula las llamadas zonas saturadas, que concentran un mayor número de locales de este tipo.

A todo esto se comprometieron los grupos municipales, y el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), que aprovechó para anunciar que ya ha dado pasos al frente esta semana. El responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, explicó que el pasado 31 de enero firmó una instrucción para intentar evitar ese uso fraudulento de la declaración responsable. Se trataría, dijo, de dar «prioridad» a estas solicitudes de licencia para que actúe cuanto antes la «inspección municipal». De manera que no sea necesaria, y que los técnicos puedan desestimar aquellos locales que no cumplan.

Todos coincidieron en que el del Rollo «no es un problema de ahora», como señaló el PSOE. El PP instó a ZeC a estudiar la posibilidad de ofrecer «exenciones fiscales» que animen a otro tipo de negocios a instalarse en esos locales vacíos. Ciudadanos animó a crear un grupo de trabajo y perseguir a «aquellos que desfilan por el filo de la navaja» y CHA recordó que «no se puede criminalizar a todo el sector porque son muchos los que sí cumplen».