Un hombre que viajaba en la línea 32 del autobús urbano de Zaragoza sufrió una caída tras las frenada de emergencia que tuvo que realizar el conductor para evitar el impacto con otro vehículo. El chófer del bus, de 54 años, portaba el cinturón de seguridad y arrojó un resultado negativo en la tasa de alcoholemia. El pasajero, de 65 años, resultó lesionado de carácter leve.