La ministra de Fomento, Ana Pastor, asistió ayer a la entrada en servicio de un tramo de la autovía A-23 que discurre entre Arguis y el alto de Monrepós, en la provincia de Huesca, y anunció la inminente reactivación de otros dos, los que enlazarán el Congosto del Isuela con Arguis y el Monrepós con Caldearenas.

La titular de Fomento hizo esta manifestación tras descubrir un hito kilométrico conmemorativo junto a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, acto al que asistieron numerosos responsables políticos e institucionales aragoneses.

El tramo inaugurado, cuyo coste ha ascendido a 77,8 millones de euros, añade otros 3,2 kilómetros de autovía a un eje en el que sólo a su paso por la provincia oscense, entre Huesca y Jaca, se han invertido hasta el momento más de 500 millones de euros para actuar sobre un total de 50 kilómetros.

Pastor anunció que en los presupuestos de Fomento para el 2015 se han incluido recursos no solo para "retomar y reactivar" los tramos alto de Monrepós-Caldearenas y Congosto del Isuela-Arguis, sino para continuar con la ejecución del que enlazará los núcleos de Caldearenas y Lanave.

Subrayó que la A-23 constituye uno de los proyectos "más importantes" para Aragón, y resaltó que cuando se concluyan las obras de este eje y las de la autovía A-21, de Jaca hasta Navarra, se habrá conseguido "lo más importante, conectar el Cantábrico y el Mediterráneo, lo que supondrá un nuevo eje vertebrador en la Península".

La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, por su parte, le recordó a la ministra que la apertura de la línea internacional de Canfranc y la Travesía Central Pirenaica (TCP) son una "asignatura pendiente" con la comunidad aragonesa. Indicó que la reapertura de la línea internacional se prevé llevar a cabo en el horizonte del año 2020.