Adese, la Asociación Española de Distribuidoras de Software de Entretenimiento, sentó ayer en el banquillo a siete propietarios y empleados de tres comercios de electrónica de Zaragoza, y a un mecánico, a los que acusa de haberse dedicado a manipular consolas y a distribuir videojuegos pirateados.

Pide para cada uno de ellos dos años de prisión por un delito continuado contra la propiedad intelectual. Las defensas piden la absolución, mientras que la Fiscalía no ejerce la acusación al considerar que no existe ningún delito en la conducta que Adese atribuye a los imputados.

No obstante, uno de los acusados, M. P. C., pactó ayer con Adese una condena de un año de prisión, una multa de baja cuantía y una indemnización de 400 euros en concepto de responsabilidad civil a cambio de que retirara los cargos contra su hermana --copropietaria de la tienda-- y una empleada que se enfrentaba a una petición de cinco años de cárcel.

La vista oral, iniciada ayer en el Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza, tuvo que ser suspendido a las tres horas de comenzar al sufrir un desvanecimiento el letrado de la acusación particular.

LA CLAVE El procedimiento gira en torno a dos cuestiones fundamentales. Una consiste en determinar si cambiar el chip de una consola supone un delito y si alguno de los acusados se lucraba o provocaba un perjuicio al hacerlo. La otra se centra el establecer si alguien ganó dinero instalando videojuegos piratas y en aclarar si los que la Policía detectó en las consolas que inspeccionó eran copias privadas --duplicados de los juegos oficiales que un usuario puede fabricar en su propio ordenador personal-- o fraudulentas.

La causa comenzó al denunciar una mujer que un comercio zaragozano le había instalado juegos piratas en una consola tras añadirle un chip para ampliar su memoria. Cuando llegó a su casa no funcionaba.

Paralelamente, dos familiares del abogado de la entidad denunciante visitaron varios establecimientos de un céntrico complejo comercial zaragozano para preguntar a sus responsables si era posible obtener consolas manipuladas o modificar las que ya tenían. Se lo hicieron saber a Adese, que fue quien denunció los hechos a la Policía.

PERITAJE Los peritos del Cuerpo Nacional de Policía, sin embargo, concluyen en su informe que los chips detectados en las consolas procedentes de dos de los comercios "no están concebidos específicamente para neutralizar las protecciones para impedir ejecutar juegos no originales; sino que también permiten otras aplicaciones legales". Y anotan que "los programas instalados en los ordenadores analizados se estiman auténticos", lo mismo que ocurre con las copias de videojuegos que estudiaron.

Sí hallaron "copias ilícitas o no autorizadas" de juegos, así como "archivos de interés" para procedimientos de pirateo, en los aparatos procedentes del tercero de los establecimientos. Se trata del que regenta el acusado que pactó una condena leve a cambio de la exculpación de su hermana y su empleada.