Los peces de los ríos europeos, incluida la cuenca del Ebro, aún mantienen niveles altos de PBDE (difenil éteres polibromados), un retardante de llama cuyo uso fue prohibido hace diez años, según un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) del CSIC. La investigación, que publica la revista Environmental Research, revela que los niveles de PBDE en ríos de Europa exceden en miles de veces los niveles de calidad ambiental establecidos en la Directiva Europea del Agua, lo que hace que sea «muy improbable» que se pueda llegar a cumplir la normativa, que entrará en vigor en el 2021.

Según los científicos que han elaborado el estudio, Ethel Eljarrat y Damià Barceló, indicaron que incluso si se tiene en cuenta la tendencia temporal que estima en un 5 % la reducción anual de PBDE en el medio ambiente, «se tardarían muchas décadas en cumplir los límites que la directiva establece para fines del 2021». Los PBDE son retardantes de llama que se añadían a multitud de productos para prevenir incendios, como componentes electrónicos, textiles, plásticos o muebles, y se prohibieron en Europa en 2004, tras demostrarse sus efectos nocivos.

Los autores han revisado estudios de 15 países europeos (13 estudios), de Norteamérica (7 estudios), Asia (8) y África (2) que han analizado los niveles de PBDE y HBCD en una gran variedad de especies de peces, como carpas, truchas, anguilas o siluros, entre otros muchos. En España se han detectado hasta 104 nanogramos por gramo en las cuencas de los ríos Llobregat, Ebro, Júcar y Guadalquivir, donde se han llevado a cabo los estudios.

Los niveles en las cuencas europeas son similares a los hallados en las de Norteamérica y Asia también supera ampliamente los límites, al igual que en África, aunque en cifras menores.