Volvió a Zaragoza el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. Lo hizo para clausurar la conferencia autonómica del PSOE. Esta vez no pisó el barro. Aunque la expresión parece ser ya un lugar común. Llamó a los suyos a pisar la calle, a empatizar con la ciudadanía, y puso como ejemplo a Javier Lambán, al que contrapuso a Luisa Fernanda Rudi, que "es una política de moqueta". Sánchez se comprometió a liderar el "cambio seguro". "El tiempo de Rudi y de Rajoy se ha acabado", dijo. Y anunció que no subirá los impuestos a las clases medias si gobierna; sí lo hará, en cambio, con los que más tienen.

Lambán en un discurso de marcado cariz intelectual e ideológico, se conjuró con los suyos para volver al Gobierno de Aragón. Ante el aforo del palacio de congresos de la Expo, que no se llenó, advirtió que no va a gobernar a "cualquier precio", y "formando frentes que fracturen a la sociedad". Avanzó que el PSOE estará en la oposición "antes de desnaturalizar nuestra propia razón de ser por gobernar, como hemos hecho más de una vez en los años pasados" --¿con el PAR?--.

El líder de los socialistas aragoneses criticó la "insoportable" herencia que dejará el Ejecutivo del PP. "Hay más paro, más pobreza, más desigualdad, los servicios públicos se han deteriorado de manera muy preocupante; tenemos un Gobierno disperso, sin pulso, sin proyecto político; una presidenta que ha gobernado de espaldas a los empresarios", dijo. Ante esta situación hizo un llamamiento a la rebeldía, que debe empapar a todo socialista. "No podemos asistir impasibles a lo que ocurre, no podemos aceptar con resignación el paro y la pobreza".

DE ESPALDAS A LA GENTE

Más directo en su mensaje fue Pedro Sánchez, que presagió la derrota del PP en las próximas elecciones autonómicas de mayo. Lo hará, dijo, porque han gobernado para los "privilegiados y de espaldas a la gente". El líder del PSOE vertebró su discurso en torno a la idea del cambio seguro; frente a la ruptura que suponen otras opciones como Podemos --que no nombró--. Animó a los suyos a liderar el relevo al PP en las instituciones, frente a otras alternativas políticas. En esa sensa, felicitó al PSOE aragonés por la renovación llevada a cabo en sus listas.

Sánchez reivindicó el proyecto de país del PSOE, frente al del PP, "que no lo tiene". "Somos el partido que más se parece a España", dijo. Destacó el legado de los anteriores presidentes socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero --al que no nombró Lambán--. "Somos capaces de preservar la dependencia, la educación y la sanidad, cumpliendo con el rigor presupuestario. Nosotros defendemos el estado del bienestar y cumplimos con los compromisos económicos", advirtió. De llegar a la Moncloa emprenderá dos reformas: fiscal y educativa. Nada dijo de la segunda. Pero sí de la primera. Avanzó que no subirá los impuestos "ni un céntimo de euro" a la clase trabajadora, y sí a quienes ahora "no pagan": los grandes patrimonios y fortunas.