Uno de los factores que está impulsando la marca de Ciudadans es la imagen de su líder Albert Rivera. Un joven abogado, presentable, con una buena oratoria, aparente sensatez y sentido crítico. Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿cuál es la ideología, el programa de este partido catalán que poco a poco se va implantando en el resto del país?

El propio Rivera nos lo explicó en Zaragoza, en una reunión con ejecutivos y dirigentes empresariales, público entre el que parece encontrarse bastante más a gusto que entre los compañeros del metal.

Ciudadanos pretende ayudar a los salarios bajos mediante un sistema de reducción de impuestos. Rivera está convencido de que esta simple medida reactivará el consumo y liberará la presión sobre esas clases medias a las que, sostiene, el PP de Rajoy ha hundido en la miseria.

Respecto a las Comunidades Autónomas, Rivera, hombre con buena percha, simpático y con estudios, como el pequeño Nicolás, considera que hay que empezar a cortarles las alas. Poco a poco, claro, sin que se note. Comenzando por las televisiones y radios autonómicas, que habrán de fusionarse --cuando gobierne Ciudadanos-- en una sola, a nivel nacional, con una ventanilla o cámara en Zaragoza, Sevilla o Bilbao, pero centralizando la información en Madrid. Al joven Rivera le gusta centralizar, capitalizar. Las Diputaciones Provinciales también deben desaparecer. En Aragón, estos Ciudadanos se cargarán asimismo la administración comarcal, a la que el abogado catalán que preside la fuerza centrípeta tampoco le ve utilidad. Igualmente, Rivera prescindirá de los pequeños Ayuntamientos --en Aragón, la mayoría, para evitar, dice este hombre de Estado, que dupliquen servicios y gasten inútilmente.

Respecto a comunicaciones, el señor Rivera, tan educado, nos dice educadamente que no harán falta vías férreas por el Pirineo, ni el Canfranc, ni paso o infraestructura alguna porque ya está el eje mediterráneo para sacar la producción por Barcelona, sus aduanas, trenes y puertos.

Respecto al trasvase del Ebro, el amable Rivera nos dice amablemente que lo va a hacer, pero "por consenso". Y otro detallico: el Justicia de Aragón. Rivera propone eliminarlo, traspasando sus funciones al defensor europeo.

¿Un pequeño Nicolás o un pequeño dictador?