Responsables del Salud de Aragón y del hospital Clínico de Zaragoza aseguraron ayer que el reciente extravío de una caja que contenía una dosis de un radiofármaco se debió a un error humano y no ha comportado ningún tipo de riesgo para la población.

El director gerente del Salud, Javier Marión, envió un mensaje de «tranquilidad total y absoluta» ante un hecho que, recordó, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha clasificado en el nivel 1 --el más bajo-- en la escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES) y lo ha calificado como «anomalía».

Explicó que el incidente se produjo en las instalaciones que ocupa en el propio centro hospitalario la empresa externa IBA Molecular, que suministra algo más de un centenar de radiofármacos al mes a los hospitales del Salud, y se trata de un vial que no irradia externamente y no afecta ni a los pacientes, ni al personal, ni a la población, ni al medio ambiente.

Por su parte, el gerente del sector Zaragoza III del Salud, Ignacio Barrasa, insistió en que desde el CSN han insistido en que el riesgo ha sido «inexistente», aunque tuvieron que realizar un informe por escrito tras las conversaciones telefónicas con el organismo, y que además han colaborado con IBA Molecular en la localización de la dosis del radiofármaco extraviado y aseguró que el CSN les ha comunicado verbalmente que el asunto está cerrado.

El jefe del servicio de Física y Protección Radiológica, Miguel Canellas, subrayó que el medicamento extraviado, que se emplea en metástasis óseas provenientes de cáncer de próstata, es «emisor de partículas alfa, que son pesadas y de poco alcance», por lo que el propio vial que lo contiene frena su emisión. En este sentido, explicó que se trata de un producto que las personas que lo manejan lo realizan sin ningún tipo de protección.

Marión insistió en que «da igual dónde esté» y su extravío lo comparó con una persona que ha perdido «un paracetamol y no sabe dónde está».