Los zaragozanos tienen una cita mañana a partir de las 10.00 horas en la plaza del Pilar de la capital aragonesa con un gigantesco dulce que servirá para celebrar San Valero, patrón de la ciudad. Se tratará de la vigesimoséptima ocasión en la que EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y el Ayuntamiento de Zaragoza invitan a los ciudadanos a este descomunal dulce que podrán acompañar con una buena taza de chocolate, un clásico del día del patrón que tuvo su inicio en el año 1992.

La elaboración de este roscón ha vuelto a estar a cargo de la pastelería Lires que, durante una semana, hantrabajado en este producto.

Como ejemplo de sus dimensiones, dispuesto en línea recta ocuparía una extensión similar al paseo de la Gran Vía zaragozana.

Este dato no es el único que pone en evidencia la magnitud del roscón. Para su creación han sido necesarios 200 kilos de harina, 50 de azúcar, 35 de fruta confitada que se usará como adorno, la misma cantidad de azúcar volao y 25 de crema. También se han utilizado 28 kilos de mantequilla, 20 de huevos y 3 de sal. Las ralladuras de limón y de naranja, la levadura, el licor y las esencias completan los ingredientes necesarios para llevar a cabo el dulce.

Más de 700 bandas de 60 centímetros cada una se han utilizado durante el proceso, en el que tres trabajadores de la pastelería han estado inmersos durante siete días.

En total, alrededor de 8.000 raciones que esperarán los comensales, ya que cada banda suele dividirse en una decena de raciones aproximadamente.

Se trata de un roscón, además, que reivindica el origen de la receta, al elaborarse con masa de bollo y no contener relleno. Para lograr esa suculenta apariencia, desde la pastelería Lires explican que se va horneando por secciones hasta que se le queda un aspecto tostado muy apetitoso.

No será el único roscón que harán en el establecimiento ya que, como cada año, de su obrador saldrán miles de estos postres que irán a las mesas de los zaragozanos.

Aunque el dicho reza San Valero, rosconero y ventolero, solo se cumplirá la mitad de la coplilla, puesto que no se espera la visita del cierzo.

No obstante, todos aquellos que quieran degustar este dulce harán bien si se abrigan convenientemente ya que, a pesar de que el patrón no hará honor al refrán, sí que se esperan temperaturas bajas en una mañana despejada.

El origen de la tradición de comer roscón por san Valero es muy antiguo. Parece ser que procede de la Edad Media, cuando los dirigentes y notables de Zaragoza ofrecían a los súbditos las sobras. El primero de los que ofrece este periódico y el consistorio se realizó entre ocho pasteleros, midió 800 metros y alcanzó un peso de 400 kilos.

Ahora solo falta que el tiempo acompañe para que la jornada sea redonda.