Los profesores suelen tener motes, caer mal o muy bien o ser indiferentes, y ser tan buenos como malos. Siempre dependiendo con qué alumno se hable y, sobre todo, según las notas que obtenga en esa asignatura. Al margen de los tópicos, los futuros periodistas de la Universidad de Zaragoza coinciden en varias cosas: que el contenido entre asignaturas se duplica, que hay pocos profesores que trabajen como periodistas y que, una vez finalicen su carrera, no estarán bien formados.

Muchos de ellos han criticado que los profesores son "incompetentes" y que no cuidan las asignaturas. "Lo que hacen es cambiarle el nombre y modificar, aparentemente el temario, pero luego te explican las mismas cosas que hizo otro profesor y en otra asignatura un año antes", decía uno de ellos. Todos prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias. Otro de los tópicos comunes entre estudiantes que se acentúa en época de exámenes. "El grado de periodismo se centra mucho en radio, televisión e Internet y se olvida de lo fundamental, que es enseñar a escribir", contaba una estudiante de cuarto."No estamos recibiendo una formación buena ni con un orden adecuado".

Que los profesores procedan de otras carreras no gusta nada. "No tenemos casi docentes que se estén dedicando a lo que enseñan en la vida real", criticaban, así que "las prácticas que nos mandan, que son muchas porque así lo obliga el plan Bolonia, no tienen sentido" y se "repiten entre asignaturas", apuntillaba un compañero.

Lo que más les importa es el futuro. Pero el presente es de vital importancia. "Necesitamos hacer prácticas de empresa porque es donde realmente se aprende". Pero dicen que la universidad no tiene prácticamente convenios con medios de comunicación y que "prácticamente todos nos hemos buscado nuestras propias prácticas".

Como punto positivo recalcan que, por lo menos, los profesores están siempre dispuestos a echarles una mano.