La construcción del aulario de FP por parte de Zaragoza Plaza Center (ZPC) en la plataforma logística incurrió en varias irregularidades relevantes, particularmente obras ficticias, como un movimiento de tierras por valor de 1,4 millones de euros que no se llegó a realizar.

Así lo aseguró ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Zaragoza José Joaquín Gómez, uno de los peritos judiciales encargados de evaluar el precio real de los edificios PC-1 --el de las oficinas de Plaza-- y PC-10 --el aulario-- por el que la DGA reclama a ZPC y a su propietario, el empresario Agapito Iglesias, 14 millones (más IVA) en sobrecostes.

Tanto Gómez como el otro analista designado por el juzgado, Miguel Ángel Abrain, avalaron que ambos inmuebles no deberían haber costado más de 14 millones entre los dos, lejos de los 27 pagados.

ONCE 'BENEFICIOS'

La fórmula de pago que establecían los pliegos para el edificio PC-1, una vez que Plaza optaba por comprarlo a ZPC, incluía entre otros conceptos un 19% de margen de beneficio industrial. Según las cuentas de Abrain, este factor se aplicó once veces, al incluirlo en varias partidas de proveedores y de la constructora --Codesport, también de Iglesias-- además de en las cuentas de la propia promotora.

Los peritos incluyeron el PC-10 en las condiciones del pliego del PC-1, al haberse firmado los contratos conjuntamente. En ambos entienden que el precio del suelo debería ser el mismo por el que se vendió. No le serían aplicables la urbanización de la parcela o la parte proporcional de los gastos de promoción.

Entre las irregularidades del aulario Gómez detalló, además de la factura por el movimiento de 28.000 metros cúbicos de tierra --en un edificio sin sótano y sin apenas necesidad de cimentación--, muchas "certificaciones sin firmar" por materiales como 3.000 metros cuadrados de yeso que no se usó o paredes de ladrillo que en realidad son de pladur.

Con todo esto, los expertos judiciales calcularon una desviación de precio sobre el coste de un 80%. Los peritos de las partes defendieron el punto de vista de quien les había propuesto.