Una partida de 125 jamones valorados en 10.531 euros puede costar siete y dos años de cárcel, respectivamente, a J. S. P. y a A. M. S. Ambas personas comparecieron ayer en la Audiencia de Zaragoza acusadas de elaborar un plan para hacerse con los jamones de un secadero de Alcorisa (Teruel), sin abonar nada a cambio. La fiscal, que solicitó también sendas multas, les imputa los delitos de estafa y de falsedad en documento mercantil, dado que, según su versión, el primero de ellos entregó un falso pagaré en pago de los perniles. El ministerio público mantuvo durante la vista oral que los acusados (que inicialmente eran tres, pero uno falleció) imitaron un documento bancario de pago de una empresa existente, ABX Logistics España, de Madrid. De esa forma, trataron de atribuirle la compra de los jamones, que fue rotundamente negada por una representante de la compañía.

Los hechos se produjeron en mayo del 2002, en Zaragoza, pero un procedimiento más azaroso de lo normal ha retrasado varios años la celebración del juicio. Los abogados defensores, José Antonio Ruiz Galbe y Félix María Moreno, solicitaron la libre absolución de los acusados alegando que no había quedado acreditada la comisión de ningún delito.

"Yo me limité a ser un mero recadero", declaró J. S. P., con antecedentes por hechos similares, al igual que el otro procesado. "Me ofrecieron regalarme diez jamones si iba a recoger una partida de perniles a Mercazaragoza para entregarla al comprador en el parador Kilómetro 103 de la autovía de Madrid, que fue lo que hice", explicó.

Por su parte, A. M. S., de más de 60 años, señaló que su papel consistió exclusivamente "en poner en contacto a Adolfo M.", que falleció y que trabajaba como comercial del secadero turolense, con el otro acusado, "que había cogido un restaurante en La Muela". Por su mediación recibió 70 euros. "Pasados unos días", agregó A. M. S., "J. S. P. me entregó un sobre para Adolfo que no sé qué contenía", y que después se determinó que era el falso pagaré.

La gerente del secadero de jamones manifestó que en un principio aceptaron el documento bancario por proceder "de una empresa solvente", dado que en el membrete figuraba ABS Logistics España, que se dedica al transporte de mercancías.

Un perito calígrafo dijo que el pagaré no era un original, sino un ejemplar escaneado y que la letra pertenecía a J. S. P. Sin embargo, otro experto de la defensa negó este extremo. Un policía citado como testigo afirmó que que los dos acusados poseen antecedentes "por otras estafas" y dijo que también podía estar implicado Miguel Ángel García Arribas, que se halla en prisión por estafa y, en calidad de testigo, negó su intervención en los hechos.