El azud de Vadorrey comenzará a repararse a finales de octubre, cuando lleguen las piezas necesarias y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) firme los permisos necesarios para acometer una actuación en el interior del río. El coste de los trabajos rondará los 65.000 euros.

Según explicaron desde Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, las piezas necesarias para arreglar la compuerta averiada ya han sido solicitadas. Se trata de un material específico que debe fabricarse a medida. Para llevar a cabo los trabajos, habrá que seguir un protocolo fijado por la CHE bastante exhaustivo ya que en ningún caso se debe «taponar el río, sino que se debe garantizar en todo momento que el agua siga su curso».

La avería en una de las siete compuertas del azud (la número 2, la más cercana a Vadorrey) se produjo el pasado 10 de junio. Desde entonces, las compuertas de la presa se mantienen bajadas -o tumbadas- por lo que el agua circula sin impedimentos.

Los clubs deportivos que viven del río no han dejado de denunciar desde entonces las terribles consecuencias que tiene para la práctica de distintas modalidades del deporte acuático.

El azud se construyó en el 2008 para conseguir mantener una lámina de agua durante todo el año, principalmente en época de estiaje, creando una especie de embalsamiento. Así, cuando el nivel del río baja, algo natural durante los meses de verano, se elevan las compuertas para regular el paso del agua.

AVERÍA // La avería ha coincidido con un verano especialmente seco en el que el Ebro ha llegado a mínimos históricos. Solo hace falta asomarse y observar las isletas que se han creado en el tramo urbano y cómo prolifera la vegetación acuática en el cauce debido a la falta de corriente y caudal.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) no era partidario de arreglar una instalación que rompe el ciclo natural del río. Con la avería se recuperó un debate que ya surgió en el 2008, cuando se creó esta enorme infraestructura que le costó a la ciudad 25 millones de euros: se debe alterar o no el ciclo natural del río. Las opiniones están enfrentadas entre ecologistas, geógrafos, geólogos, deportistas....

La mesa técnica organizada por ZeC, en la que participaron los agentes implicados, decidió que, para poder analizar el impacto sobre el río, había que realizar un estudio y eso solo se puede hacer con el azud en funcionamiento. Por ello, a finales del mes de octubre comenzarán las obras de reparación y, una vez esté a pleno rendimiento, comenzará el estudio.

Su mantenimiento le costó a las arcas públicas el año pasado 134.000 euros, más otros 13.000 en consumo eléctrico. Una cifra que se ha ido reduciendo con el paso de los años ya que llegó a suponer 242.000 euros.

El azud constituye un nexo peatonal entre las dos márgenes del Ebro usado a diario por numerosas personas, una función que aumenta su valor.