--Erotismo y La Almunia: ¿tiene algo que ver con la fruta?

--Rotundamente, ¡Sí! Que la fruta, tan jugosa, tan fresquita y sabrosa, por fuerza abre el apetito y sacia la sed.

-- ¿La crisis provoca tanta desazón que hay que leer poesía erótica?

--La crisis entre otras cosas nos ha recortado casi todo, menos las alas. Esas de echar al vuelo la imaginación, la pariente cercana de poesía y poetas.

--¿Han tenido que llamar a los bomberos alguna vez?

--Humm, sí que hemos solicitado su asistencia, por si ardía Troya. Con tanto fuego de amor, tanta llamarada, tanto cisco... Pero en lugar de mangueras de agua, la fogatina se ha apaciguado siempre con un cava espumoso. Frío, frío para el verde, verde.

--En serio: ¿hay suficiente poesía erótica?

--Existe buena poesía, excelentes poetas. Como buenos y excelentes recitadores y recitadoras. El elemento erótico en la poesía convierte a ésta en verdadero género y en todo un arte. Abordarlo bien, tiene su dosis de dificultad.

--¿Cómo es la sesión? ¿Pasean como una ronda?

--Más o menos, así es: una ronda, pausa de intermedio y vuelta a la ronda. Ronda que se elabora alternando en lo posible los recitadores locales con los autores e invitados. Al comienzo, en la pausa y al final se incluye una corta pero significativa actuación musical. Este año, un cuarteto de viento, de la localidad. Además, con música de fondo que preparan nuestras azafatas.

--¿Hay censura? Digámoslo de otra manera: ¿Hay algún límite?

--Censura en sentido estricto no la hay. No, al uso de aquella histórica tijera tan en boga otras épocas. Y en cuanto a límites, los que el sentido común todos los participantes se apliquen para sí. Dada la alta participación de intervinientes, y porque el tiempo es oro y además ajustado a reloj, se prevé que el recital no exceda de una hora y media.

--Calor y erotismo es una mezcla muy peligrosa.

--Naturalmente: El cóctel, dejémoslo en simplemente embriagadorrrr o por qué no, explosivo: se agita por igual en estos ingredientes, como bien apuntas: Calor, (los abanicos de mover el aire), Erotismo, (oídos alerta por si las moscas), Color-perfume (el apaga y vámonos).

--Díganlo abiertamente: el Club de Lectura de la Almunia forma un muro de resistencia frente a la vulgaridad.

--Definitivamente y con letras gordas: ¡Sí! Es nuestro timón de actuación y lo que en conclusión nos mueve y moviliza: Tolerancia cero a la vulgaridad. Al menos, en el campo de las Letras.