Octubre de 1982, concretamente, el día 20. La presa de Tous, en el río Júcar, en la provincia de Valencia, se vino abajo y se cobró la vida de decenas de personas cuando el agua arrastró todo a su paso. Esta tragedia marcó una ruta a seguir y fue el origen del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Un mecanismo pionero en lo que se refiere a compilar datos del estado de las aguas para ayudar a la predicción de sus movimientos a corto plazo.

Por ello, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) está de celebración ya que este organismo ha cumplido su 20 aniversario. Desde la sede de la CHE, entre las 12 salas de control que existen, nueve operarios son capaces de supervisar el estado de las aguas en las 617 estaciones distribuidas a lo largo de la cuenca del Ebro, en embalses y canales de riego, además de los espacios de meteorología y de medición de las precipitaciones.

«La técnica no ha cambiado. La validez de los datos sigue siendo la misma que hace 20 años aunque los mecanismos se han modernizado mucho», afirmó Enrique Berdejo, un técnico de mantenimiento que desarrolla su labor desde que comenzó esta andadura.

«Los elementos de medida siguen siendo analógicos que son muy fiables. Lo único que se ha llevado a cabo ha sido convertir este tipo de indicadores en digitales, lo que no influye en el valor de los datos», prosiguió.

Los datos recogidos en las estaciones instaladas se envían, a través de repetidores internos, a los centros de operaciones por lo que los operarios de las 12 salas están informados en tiempo real de la situación hidráulica del Ebro. «Contamos con tecnología punta aunque, en algunos puntos, no llega la señal y utilizamos el satélite», indicó Jesús Orós, uno de los vigilantes desde su creación.

Durante los cinco primeros años de vida de esta sección, la información estaba destinada a organismos especializados como Protección Civil. Sin embargo, en el 2002, obtuvo transparencia total para la sociedad, por lo que estos datos podían ser consultados por todo aquel que visitara la página web. En la actualidad, el sistema dispone de una aplicación para teléfonos móviles, desde el 2010, así como la cuenta de Twitter, que se creó en el 2012.

«La tecnología con la que comenzamos a trabajar se rompía muy fácilmente y había que estar muy pendiente. Ahora esto no pasa, aunque tenemos que seguir así», señaló Berdejo.

Conforme las tecnologías evolucionaban desde sus inicios, en el SAIH se dieron cuenta de que podían hacer algo más: completar estos datos con predicciones a corto plazo. Es así como nació el Sistema de Ayuda a la Decisión (SAD). «Las predicciones hidrológicas cada vez son más certeras aunque, van adquiriendo más valor conforme mejoran las meteorológicas», señaló Guillermo Pérez, uno de los técnicos del SAD. Bien pensado, es el lugar perfecto para calcular una predicción al disponer de los datos reales de todos los factores que influyen en el caudal del Ebro.

Aunque, en el SAIH no se conforman con estas labores. Según el responsable del centro de control, Adolfo Álvarez, ya están colaborando con la Agencia Estatal de Meteorología para «llevar a cabo predicciones estacionales -a medio plazo-, aunque esta ciencia aún está un poco verde. No me queda duda de que en otros 20 años, será otra herramienta disponible para trabajar».