Un piragüista encontró ayer en el Canal Imperial de Aragón el cadáver de Rosa María Dominche, cuando se cumplía una semana de su desaparición, en Utebo. El deportista halló el cadáver enganchado a una rama en el cauce, cerca del mediodía. A falta de que la autopsia y las pruebas de ADN confirmen al 100% la identidad, hay "múltiples indicios" de que se trata de la vecina de 67 años, según fuentes de la Guardia Civil.

El piragüista dio aviso inmediatamente del hallazgo del cuerpo, que se encontraba en el Canal, en las proximidades de Plaza. Hasta el lugar se acercaron las patrullas de la Guardia Civil que se encontraban por la zona, participando precisamente en las tareas de búsqueda de la mujer. También se dio aviso a los Bomberos de Zaragoza, que se encargaron de sacar el cuerpo del agua.

Cuando el juez ordenó el levantamiento del cadáver, el furgón de la Sangre de Cristo trasladó el cuerpo al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde se le practicará la necropsia y el resto de pruebas que certifiquen que se trata de Rosa María Dominche. También ayudará a determinar las causas del fallecimiento, aunque por el momento nada indica que se trate de una muerte violenta --no presentaba signos de ello-- ni las pesquisas de la Guardia Civil van por ese camino.

Ayer, instituciones como el 112 ya dieron públicamente el pésame a los familiares y agradecieron el esfuerzo de los múltiples voluntarios y cuerpos de seguridad que se han involucrado en la búsqueda.

El operativo ha sido uno de los más numerosos de los últimos años en Zaragoza, y ha ido incorporando efectivos a lo largo de la semana hasta superar el centenar de personas.

OPERATIVO

A la Policía Local y Protección Civil de Utebo se unieron desde el comienzo la Guardia Civil y numerosas dotaciones de bomberos de la DPZ, a las que luego se incorporaron los de Zaragoza, así como Protección Civil y Policía Local de la capital aragonesa.

Helicópteros y perros de rastreo fueron empleados en la revisión de campos, zanjas y acequias, en un radio que se ha ido ampliando en los últimos días, coordinado desde el centro deportivo municipal de Utebo. Precisamente ayer este operativo se había aproximado a la zona a la que, efectivamente, había llegado el cuerpo por la corriente.

Rosa María Dominche cumplía ayer una semana como desaparecida desde que su marido denunciase su ausencia, el pasado sábado por la mañana, en el cuartel de la Guardia Civil.

Salvo que la autopsia deparase un sobresalto, sería un cierre doloroso a uno de los últimos casos en la larga lista de desaparecidos en Aragón, con ejemplos recientes --muchos aún sin encontrar-- en Bujaruelo, Alfajarín, Villamayor de Gállego o Santa Isabel.