Falta todavía un mes para la entrada del invierno meteorológico, pero en Aragón ha irrumpido con tanta fuerza que ha dejado ya espesores de 60 centímetros de nieve en algunas zonas del Pirineo. Aunque la acumulación ha sido desigual, sobre todo por el efecto de las ventiscas, algunos centros invernales estudian ya la posibilidad de inaugurar la temporada el último fin de semana de este mes.

Ha sido en la cara norte de la cordillera donde más han afectado las precipitaciones, causadas por la presencia de un potente anticiclón en la zona noroeste de la península y una baja presión en la zona este que provocan la entrada del viento frío y húmedo del norte.

La situación de frío intenso y las precipitaciones intermitentes, en el Pirineo de nieve, se mantendrán durante la próxima semana. En el valle del Ebro seguirá actuando el cierzo, con lo que las lluvias no aparecerán y las heladas, tampoco.