El invierno no ha esperado este año y ayer irrumpió con fuerza, en pleno otoño, en el Pirineo oscense, donde se registraron nevadas generalizadas a partir de los 1.000 metros, una situación que volverá a repetirse hoy pero con la cota de nieve bajando a los 800 metros.

El blanco elemento hizo su aparición en todos los valles pirenaicos, con especial incidencia en lugares como Formigal y Benasque. Esta nevada antes de tiempo hace albergar la esperanza que esta temporada se puedan abrir las pistas de esquí para el puente de la Constitución.

El bajón de temperaturas dejará hoy heladas débiles en el Pirineo y en puntos del Sistema Ibérico. Además, soplará viento del noroeste fuerte con intervalos de muy fuerte en el Pirineo, moderado a fuerte en el valle del Ebro e Ibérica más oriental y flojo a moderado en el resto.

En la Ibérica habrá hoy cielo nuboso y se registrará cierta probabilidad de precipitaciones débiles y, ocasionalmente, de nieve en torno a 1.200 metros.

El ambiente frío, por lo demás, permitirá el mantenimiento de la nieve en las zonas más elevadas, al margen de que se produzcan nuevos aportes.