El cambio climático y la actividad humana en la cordillera de los Pirineos amenazan la diversidad de abejorros, el grupo de insectos polinizadores más importante de la zona, donde tan sólo sobreviven 28 de las 37 especies catalogadas.

Así se deduce de un estudio liderado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de Salamanca y de la de Murcia, que han detectado el declive de nueve especies y de dos subespecies del género "Bombus" en los Pirineos "con las consiguientes consecuencias ecológicas y económicas".

La región pirenaica, además de su importancia biogeográfica por la concurrencia de fauna mediterránea, europea y de alta montaña, es la zona ibérica más rica en estos insectos, ha indicado Concepción Ornosa, investigadora del departamento de Zoología y Antropología Física de la UCM y una de las autoras del trabajo.

En el estudio, que ha sido publicado en la revista Zootaxa, se ha analizado una muestra de 1.622 individuos de las 28 especies encontradas, catorce de las cuales muestran signos de reducción de sus poblaciones.

Además, en la mayoría de los ejemplares, algunos pertenecientes a especies incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se ha observado un acortamiento del rango altitudinal y una tendencia a asentarse o permanecer en zonas más altas y mejor conservadas.

El papel de los abejorros en los ecosistemas silvestres y agrícolas es "esencial", ha apuntado la investigadora, pues "las especies del género Bombus son de las mejores polinizadoras agrícolas y no tienen rival en los cultivos de invernadero".

Por tanto, "el problema de su reducción es tanto ecológico como económico" y urge la adopción de medidas, como la conservación y restauración de las plantas que les sirven de alimento y refugio o la protección estricta de espacios concretos libres de impactos humanos.

La investigación apunta como causas del declive de estos insectos al cambio de usos del suelo, la introducción de biocidas en la agricultura, el calentamiento global o la infección por patógenos.

Según Concepción Ornosa, "la pérdida o reducción de pastos o matorrales de las montañas hace que los abejorros carezcan de sus recursos alimenticios principales y de lugares adecuados para construir sus nidos".