De un tiempo a esta parte, el barrio del Arrabal se ha convertido en un objetivo preferente para los pirómanos, que la han tomado con sus contenedores. Los últimos atacados fueron dos depó- sitos situados en la plaza de San Gregorio, según informaron los Bomberos de Zaragoza. Ocurrió sobre las 2.25 horas de la madrugada del viernes al sábado, cuando el 080 recibió un aviso de que estaban ardiendo dos depósitos de basuras a la altura del número 6 de la citada vía. Uno de ellos, residuos orgánicos, se quemó completamente, mientras que el otro, de plásticos, solo se consumió a medias. «Afortunadamente, las llamas no se han propagado a los coches aparcados en las inmediaciones ni a los edificios cercanos», señalaron fuentes de los Bomberos de Zaragoza.

Este nuevo incendio se produjo cuando el barrio aún no se había repuesto de otro ocurrido pocas horas antes, en la madrugada anterior, del jueves al viernes, en la calle Blas Ubide, situada cerca de la plaza de San Gregorio.

En ese acto vandálico ardieron tres contenedores. Las llamas noafectaron a los vehículos estacionados en la zona, pero sí alcanzaron a las ramas de los árboles más próximos.

El año pasado, en esta misma zona hubo otras dos quemas de depósitos. Estos incidentes dejaron de producirse durante algún tiempo, a raíz de la detención del supuesto autor. Pero luego han vuelto a registrarse hechos similares.

En fechas recientes, la ciudad de Zaragoza ha sufrido otros incendios de contenedores en los barrios de Miralbueno y Oliver, si bien en este último caso se vio afectado un coche y no se sabe si el fuego de produjo como consecuencia de algún fallo eléctrico en el mismo.

La quema de contenedores dejó en el 2017 un rastro de 154 depósitos que fueron pasto de las llamas, la inmensa mayoría de las veces como consecuencia de la típica gamberrada de fin de semana. Si se suman los contenedores destruidos en los últimos cinco años, la cifra causa un gran sobresalto, pues es superior a 900 unidades. El problema, con todo, es que el fuego se propague a vehículos y viviendas.