Las Navidades han dejado huella en las estaciones de esquí del Pirineo. A pesar de que lleva semanas sin nevar y de que están parcialmente abiertas, los esquiadores no han desaprovechado los puentes de diciembre y enero para desempolvar sus tablas. En el valle de Benasque prácticamente se ha colgado el cartel de completo durante todo el periodo navideño y en la Jacetania la ocupación hotelera ha estado entre el 60% y el 80%. Aramón y Astún-Candanchú, después de una campaña «histórica» que no se repetía desde el 2011, ya están mirando al cielo a la espera de los copos que se prevé que comiencen a caer mañana y suavicen la tradicional cuesta de enero mientras se preparan para el mes más fuerte para el sector de la nieve, febrero.

Desde la Asociación Turística Valle de Benasque hablan de «una campaña histórica y de récord» con los hoteles prácticamente completos desde que comenzó la Navidad. «Hemos tenido nieve y un tiempo excepcional, además de tres puentes festivos y consecutivos», explicó su presidente, José Luis Hernández, que aseguró que hacía «muchos años» que no tenían esta ocupación.

El resto de valles se muestra más moderado en su balance. El presidente de la Asociación de Turismo Rural en Huesca, Roberto Pac, informó que ha habido un ligero aumento en el número de reservas, entre «el 6% y el 7%» respecto al año pasado, pero que, la «falta de nieve» en estaciones como Astún-Candanchú ha provocado entre un «10% y un 12%» de cancelaciones. Los kilómetros esquiables entre ambas han rondado los 34 durante el periodo navideño. Este año, además, Candanchú sí que ha podido abrir sus pistas.

A pesar de que el número de esquiadores en las recién unidas estaciones se ha duplicado respecto al año pasado, en la Jacetanía hacen un balance «moderadamente satisfactorio» con una ocupación que ha oscilado entre el 60 y el 80%, siendo los puentes de Nochevieja y el de Reyes los más fuertes, explicó el presidente de la Asociación de Empresarios de la Jacetanía, Pedro Marco. Sin embargo, a diferencia del valle de Benasque, admite que «ha habido otros años con mejores resultados». Por las estaciones de Aramón han pasado más de 215.000 esquiadores desde el inicio de las fiestas navideñas, una cifra que no se conseguía desde la histórica temporada del 2010-2011. A pesar de que no nieva desde noviembre, las bajas temperaturas han permitido a los cañones fabricar nieve para mantener en buen estado las pistas abiertas.

Así, Cerler ha ofrecido en torno a 50 kilómetros esquiables y Formigal-Panticosa, 80. Las estaciones turolenses, Valdelinares y Javalambre, también han podido abrir sus pistas gracias a las nevadas previas a Nochebuena, y han estado al 100% con cerca de 30 kilómetros esquiables. Desde Aramón destacan que se han podido abrir pistas para todos los niveles.

Ahora la mirada está puesta en el cielo y en la nueva borrasca que podría dejar más precipitaciones en forma de nieve en el Pirineo. Enero se presenta como un mes flojo para el sector hostelero a la espera de que en febrero, el mes más fuerte para el esquí, las pistas estén en perfectas condiciones para abrir en su totalidad.

Tras un puente de Reyes de gran afluencia en el norte de Aragón, la operación retorno acabó con una mujer herida en la A-23, en el término municipal de Huesca, después de que su coche se saliera de la calzada y volcara en la mediana. La conductora, de 67 años, fue trasladada al hospital San Jorge. Los hechos se produjeron poco antes de los 17.30 en el kilómetro 552 de la citada vía.

Desde Tráfico informaron que no se produjeron atascos en las carreteras aragonesas durante la jornada de vuelta.