Medio centenar de piragüistas y remeros se concentraron ayer en el Ebro, montados en sus embarcaciones, a la altura de la enorme isla que se encuentra junto a la entrada de Helios para exigir al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) que arregle la compuerta estropeada del azud. Según el Gobierno municipal, la reparación, en caso de hacerse, acabaría en octubre.

Los deportistas, acompañados por decenas de personas, que portaban pancartas reivindicando un río apto para los deportes náuticos, pitaron de forma incansable durante más de 45 minutos contra la decisión del equipo de Pedro Santisteve de iniciar un debate sobre sus beneficios y perjucios. Apoyados por los vecinos de la margen izquierda, que forman parte de las más de 20 asociaciones que integran la nueva plataforma en defensa del río, y los representantes del PP, PSOE y C’s, advirtieron de las consecuencias que está teniendo mantener las compuertas del azud bajadas.

El presidente de la Federación Aragonesa de Piragüismo, José María Esteban Celorrio, informó de que los cursos de verano están en peligro, así como las competiciones. «El Ebro ha supuesto el renacimiento de las modalidades deportivas y la posibilidad de crecer», explicó, algo que, a su juicio, ahora está en duda por la pérdida de caudal y los problemas que originaría no tener un azud que mantenga un nivel determinado. Javier Sánchez, piragüista de 15 años que participará en el campeonato de España y miembro del equipo Moncayak Hiberus, explicó que para colocar sus embarcaciones, además de acceder por una rocosa, tienen que desplazarse por el río varios metros.

La concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas, informó de que se está tratando de adelantar la mesa técnica, aunque la reparación no estaría hasta octubre.