En cinco años, la mortalidad en Aragón a causa de un ictus ha descendido un 23%. Es el resultado de la implantación, en el año 2010, del Programa de Atención a esta patología que afecta a alrededor de 2.800 aragoneses cada año. Alrededor de 900 fallecen.

La incidencia del ictus, un infarto o hemorragia cerebral provocada por falta de riego sanguíneo al obstruirse o romperse una arteria, se ha reducido un 25% desde el 2008, cuando había 3.500 afectados en Aragón. Además, el acceso a unidades especializadas alcanza ahora al 94% de la población, mientras que hace seis años solo lo hacía al 30%.

Así lo aseguraron ayer María Bestué, coordinadora del Grupo Técnico del Plan de atención al ictus, y Javier Marta, especialista en Neurología del hospital Miguel Servet de Zaragoza que, junto al consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, se congratularon de que el plan haya "valido la pena".

Los profesionales asumieron la necesidad de acometer alguna iniciativa cuando, en el 2005, Aragón superó a España en incidencia de ictus. Hoy, el registro de la comunidad es similar a la media estatal. "El programa ha tenido un efecto muy importante en la salud de los aragoneses, además de una notable mejora en la oferta de asistencia integral a la población", subrayó Bestué, que advirtió de que la mejor manera de combatir esta dolencia es mantener una dieta saludable, hacer ejercicio, evitar el alcohol y el tabaco y vigilar la diabetes y la hipertensión.

El ictus es la segunda causa de muerte en España y en Aragón. Los síntomas de alarma más comunes que deben llevar a pedir asistencia urgente son dificultades bruscas en el habla, debilidad o imposibilidad de mover un brazo, una pierna, perder la visión en uno o ambos ojos o de sonreír con normalidad (se tuerce la cara). "En cualquiera de esos casos hay que acudir a Urgencias o llamar al 061", indicaron los expertos.

Para poder poner en marcha el programa se ha mejorado en la asistencia en las primeras horas desde que se produce el ictus, que son vitales. Además, la fibrinolisis intravenosa, que debe realizarse lo antes posible, se ha desplegado a todo el territorio. Desde el año 2010, más de 700 pacientes se han beneficiado de ella.