Después de la huelga del tranvía de Zaragoza parece que llegará la del autobús urbano. El comité de empresa decidió ayer convocar paros parciales durante tres fines de semana seguidos de abril y mayo. Denuncian que la empresa ha incumplido tanto el convenio colectivo como el acuerdo alcanzado en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) del pasado mes de octubre. La plantilla votará si está conforme el 20 de abril.

Ya lo habían advertido. O la empresa cambiaba su actitud o volverían a plantear paros parciales. Ayer, el portavoz del sindicato CUT (no tiene la presidencia), Javier Anadón, se encargó de anunciar el acuerdo alcanzado en el comité. Los paros se han convocado para los dos últimos fines de semana de abril, 21 y 22 y 28 y 29, y el primero de mayo, 5 y 6. Salvo que la plantilla del tranvía decida ampliar su calendario, no coincidirían en huelga ambos medios de transporte.

Según explicó el portavoz del CUT y expresidente del comité, ni el ayuntamiento ni Avanza Zaragoza están cumpliendo con lo acordado. Una vez más los cuadros de marcha se presentan como el principal motivo para justificar la huelga. Anadón explicó que «no cumplen con las expectativas» y que han solicitado en varias ocasiones una reunión con los concejales de Servicios Públicos y Movilidad, Alberto Cubero y Teresa Artigas, respectivamente, para manifestarles su disconformidad. Sin embargo, aseguró que no han respondido a sus peticiones. «No nos toman en serio», aseguró Anadón.

También denuncian que todavía hay aseos pendientes de instalación, cuando se acordó que estarían todos listos en diciembre del 2016. «Y los que hay no tienen limpieza ni mantenimiento», aseguró Anadón. Desde el comité también reivindican que se ponga en marcha un plan de conciliación familiar, que se podría cumplir con unos cuadros de marchas mejor diseñados que no obligaran a los conductores a hacer horas extra, según explicó Anadón.

Por otro lado, el representante sindical denunció que los nuevos autobuses híbridos que han llegado a Zaragoza no llevan la mampara de seguridad que la empresa se comprometió a instalar en todos.

Entre sus reivindicaciones vuelve a aparecer una muy conocida: los talleres. Según Anadón, la contrata iba a cambiar algunas de las máquinas que, según el comité, están «obsoletas».