El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza vivió ayer un día histórico. Por primera vez se tuvo que suspender por falta de quórum. Se necesitan un mínimo de once concejales de los 31 y al inicio de la sesión solo estaban presentes los nueve del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). Los cuatro grupos municipales en la oposición decidieron no asistir ante la negativa del alcalde, Pedro Santisteve, a recibirles cuando comprobaron que el expediente para iniciar la subrogación del personal de la sociedad Zgz@Desarrollo Expo no había sido incluido en el orden del día. Todos se lo habían requerido en los días previos y en la junta de portavoces, después de que este se aprobara por unanimidad en la Comisión de Economía, pero hizo caso omiso y así le respondieron. El Reglamento municipal obliga a que este se aplace y se celebrará mañana, 48 horas después.

Una vez suspendida la sesión del pleno empezó el cruce de acusaciones. La oposición acusando a ZeC y a Santisteve de imponer sus decisiones y de «la falta del diálogo que pide para otros temas», en referencia a Cataluña y al referendum independentista. Y el alcalde y el resto de su equipo de Gobierno replicando que era una respuesta «desproporcionada» que solo buscaba «escenificar un golpe de fuerza». Se referían a la situación vivida minutos antes del pleno, cuando los cuatro portavoces de la oposición se personaron en el despacho de Alcaldía y Santisteve rehusó recibirles.

POR «CAUTELA»

Para el alcalde se trata de una reacción «incomprensible» por parte del PP, el PSOE, Ciudadanos (C’s) y CHA. «No contemplo dejar de trabajar para la ciudad y no acudir a un pleno», apuntó. En su opinión, el expediente no está listo para someterse a votación porque los servicios jurídicos municipales han recomendado la elaboración de un informe que dé «seguridad a los concejales y a los trabajadores» a subrogar, que detalle la legalidad de lo que se pretende y evite las nefastas consecuencias que tendría un recurso en los tribunales. Lo mismo que se le exige a expedientes como el del 010, remarcó el portavoz de ZeC, Pablo Muñoz, quien destacó que este juego «infantil» obvia que Santisteve transmitió «tranquilidad a los trabajadores la semana pasada» y que «el problema es de plazos y de seguridad jurídica», no de bloqueo. «Cuando esté el informe, estará», subrayó el titular de Economía, Fernando Rivarés.

Era su respuesta a un aluvión de críticas de la oposición. Para Jorge Azcón, portavoz del PP, ZeC había «decidido usar de forma partidista el reglamento al servicio de sus intereses» y «romper las reglas del juego». Porque un expediente «aprobado por unanimidad en comisión» va directamente al pleno salvo que el alcalde lo impida. «Se le llena la boca de diálogo nos ha dado con la puerta en las narices», apostilló.

Para Carlos Pérez Anadón, portavoz del PSOE, el alcalde era el «responsable», por su «desprecio continuo» al pleno, donde están los ciudadanos representados, o el «modo dictatorial» con que dirige el ayuntamiento y su «falta de diálogo abismal». A su juicio, solo lo explica la «palmaria demostración de que solo es el denominador común de un grupo (ZeC) con guerras intestinas».

Sara Fernández, de C’s, subrayó que se está intentando equiparar el expediente de Desarrollo Expo al del 010 cuando «no tienen nada que ver» e instó a hacer el informe que falta «en los 30 días de exposición pública» que se abren cuando el pleno lo apruebe.

Carmelo Asensio, de CHA, anunció que su grupo tampoco asistirá mañana si no se incluye en el orden del día por ser «una tomadura de pelo» y se está «jugando con seis trabajadores».