Aragón es una de las comunidades autónomas donde la población de la lechuza común se ha reducido a la mitad. Así lo refleja la organización SEO/Birdlife, que acaba de designar a esta especie ave del año 2018 tras la votación popular propuesta para elegir a la protagonista de una campaña que cumple la treintena.

La lechuza común es una de las aves nocturnas que se incluyen en el programa de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife. Gracias al trabajo de los 450 voluntarios que recogen datos cada año, ha sido posible determinar su declive poblacional, cifrado en el 13% respecto al 2005. El descenso de individuos es especialmente significativo en la parte del país denominada región mediterránea sur, que abarca Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y parte de Aragón, Madrid, Cataluña y Extremadura. En esta zona, las poblaciones de lechuza se han reducido a la mitad.

La lechuza es un ave protegida a nivel nacional, incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Por ejemplo, se prohíbe cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlas, perseguirlas o molestarlas, además de la destrucción o deterioro de sus nidos.

Una de las principales causas de su declive es la radical transformación del medio agrario. En la actualidad, este está más centrado en grandes extensiones de monocultivo, a menudo basadas en regadío. Esto, unido al empleo de plaguicidas y rodenticidas, contribuye a la pérdida de biodiversidad en el campo y a su contaminación. Hay menos diversidad de hábitat, menos insectos, menos roedores y, por tanto, menos alimento.

Esta realidad lleva aparejada un continuo despoblamiento rural que afecta a las aves. Así,las lechuzas pierden lugares tradicionales de nidificación como campanarios, caseríos o granjas.