Podemos presentó ayer su hoja de ruta para acceder a la presidencia de las Cortes de Aragón tras la anunciada renuncia de Antonio Cosculluela. El documento supone un nuevo pulso al PSOE, que ve peligrar su permanencia al frente de la institución. "Si deciden mantener un candidato estarán regalando la presidencia al PP, algo que no nos sorprendería en un Ejecutivo que se acerca cada vez más a la derecha", aseguró la portavoz Maru Díaz.

La crisis institucional provocada por la decisión de Cosculluela de dejar el parlamento aragonés para centrarse en la alcaldía de Barbastro ha sido aprovechada por la formación morada para presentar el informe Una presidencia para el siglo XXI que aboga por "renovar la institución" y "dotarla de una capacidad de impulso y liderazgo político". Y, de paso, colocar a una persona del partido en la presidencia, algo que no entienden en el PSOE. El portavoz, Javier Sada, repitió ayer que el relevo ya estaba pactado en el próximo reglamento de la Cámara que estaban negociando los grupos con un alto grado de consenso. "El contenido del documento no tiene nada que ver con las funciones de un presidente", denunció.

PARTICIPACIÓN

Precisamente, el texto defendido por la vicepresidenta Violeta Barba y el diputado Román Sierra propone más transparencia y participación ciudadana y redistribuir el horario de los plenos. Además de una rebaja de sueldos con la que esperan financiar actividades culturales. Esto supondría unos 130.000 euros anuales que saldrían de una reducción de unos 148 mensuales por diputado. Podemos quiere un parlamento que deje de lado "la institucionalización" para "retomar el contacto con la calle".

Sierra destacó que la Mesa de las Cortes debería garantizar la pluralidad de los debates y potenciar la comisión de Peticiones Ciudadanas que, en su opinión, "sigue siendo una gran desconocida". Por su parte, Barba incidió en la necesidad de garantizar la transparencia y de reducir privilegios como forma "de conectar de nuevo con la ciudadanía". También incidió en la obligación de tomar una "nueva línea de política de cuidados". Esto es, cambiar la tradicional forma de trabajar "de los varones de clase media" por una mayor compatibilización de la vida personal y la conciliación.

Sobre la oportunidad de aprovechar la renuncia de Cosculluela para tratar de ganar la presidencia de las Cortes, Maru Díaz destacó que actúan "por responsabilidad". En el partido consideran que el PSOE no tiene un modelo claro para gestionar la cámara y pretenden revitalizar "una institución que pertenece a la ciudadanía". Tampoco creen que estén generando "inestabilidad" en el Ejecutivo.

MALAS RELACIONES

El resto de grupos de la oposición recibieron esta propuesta con diversos grados de escepticismo. En general, coincidieron en señalar que las malas relaciones entre Podemos y el PSOE acabarán por afectar a la imagen que las Cortes de Aragón proyectan entre la ciudadanía. El PP es el partido que más duramente criticó la propuesta podemista. La portavoz Marian Orós calificó de "vodevil", "sainete" y "teatro" la crisis abierta por el relevo de Cosculluela. "Es un problema de los socialista que esperamos arreglen cuanto antes", indicó. En la formación se interpreta la disputa como "un pulso de poder entre compañeros mal avenidos". Y recordaron que no presentarán un nombre para regir el parlamento mientras haya una propuesta socialista.

El diputado de CHA, Gregorio Briz, que también habló en representación del grupo mixto, recordó que el relevo debería regirse en función de los acuerdos entre los partidos de izquierda que se establecieron en la investidura. "No estamos ante una crisis institucional aunque Podemos haya salido de forma excéntrica con un documento sobre aspectos que ya se están hablando en la ponencia de reglamento", destacó. La diputada de Ciudadanos, Susana Gaspar, calificó la situación como "una lucha de sillones" y recordó que se mantendrán al margen en la votación. Por su parte, el líder del PAR, Arturo Aliaga, entendió la disputa como "el peaje que tiene que pagar el PSOE" por el apoyo de Podemos.