El empleo de dos aviones de repostaje proyectados desde la Base Aérea de Zaragoza en el ataque a Siria por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, comienza a tener repercusiones políticas. Izquierda Unida y En Marea anunciaron ayer la solicitud de una comparecencia en el Congreso de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para que dé explicaciones sobre el apoyo español, tanto por los aviones como por el destructor con base en las instalaciones gaditanas de Rota.

Los aviones, modelo KC-130, según adelantó El Confidencial, están habitualmente en la base americana de Morón, según confirmaron fuentes del Ejército del Aire. Como la instalación está actualmente en obras, se trasladaron a Zaragoza para poder proyectarse desde aquí y dar apoyo, para el reabastecimiento en vuelo, a los cazas que participaron en los bombardeos. Según las mismas fuentes, los aviones no tienen base permanente en Zaragoza, pero sí se les autoriza a operar desde el aeródromo de la capital aragonesa en función de los acuerdos bilaterales de Defensa entre España y Estados Unidos.

En Aragón, el coordinador general de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, explicó que están «esperando a que nos expliquen por qué se realizó este ataque de forma unilateral, al margen de la legalidad internacional, sin pasar por el Consejo de Seguridad de la ONU, ni siquiera por la OTAN», expuso. La formación está «muy preocupada» por la «escalada de violencia» que estas acciones pueden desencadenar.

El Gobierno justificó el apoyo a la acción, como los propios atacantes y la Unión Europea, en la necesidad de responder al empleo de armas químicas contra la población civil. Para los críticos, la respuesta llegó antes de que los observadores internacionales pudiesen constatar este extremo.

La portavoz parlamentaria de Podemos Aragón, Maru Díaz, también dejó claro su rechazo. «Nos entristece que se hayan usado instalaciones militares aragonesas para una acción que carecía del respaldo de la ONU y de la legalidad internacional, incluso de la OTAN». Para la formación morada, «este ataque va en contra de la legalidad y la cooperación como base de las relaciones internacionales».