La conversión del Instituto Aragonés del Agua (IAA) en una dirección general será más compleja de lo que la DGA preveía en un primer momento. Tras las críticas de los sindicatos a la modalidad laboral elegida para 35 de los trabajadores del centro se suma ahora la reclamación de «más transparencia» por parte de Podemos. «El cambio es una buena idea, pero con la intervención del PSOE puede terminar en un despropósito», aseguró ayer la portavoz Maru Díaz. Por el momento, los votos de la formación morada son fundamentales para aprobar la ley que regulará el cambio.

La diputada Marta de Santos reconoció que aunque sea necesario afrontar la renovación, esta no puede hacerse «sin la información necesaria». Además, temen que en la popuesta que ha llegado a las Cortes de Aragón se intenten «perpetuar algunas de las prácticas reprobables a las que se quiere hacer frente». Según Podemos, en los procesos de selección del IAA «nunca ha habido representación sindical», por lo que es necesario «aclarar todas las sospechas» sobre la posibilidad de que el organismo «haya servido de agencia de colocación del PAR, como han sostenido los sindicatos», alertó.

temor a un blindaje / La DGA anunció a comienzos de mes que incorporará a estos empleados a su estructura en condiciones específicas y bajo la figura de «personal laboral a extinguir». Aunque esto no supone la atribución a estos trabajadores de la condición de funcionario público, los sindicatos creen que se producirá un blindaje de esa parte de la plantilla. Por eso reclamaron que en la próxima dirección general únicamente se les reconozca como «personal laboral indefinido no fijo».

Las portavoces de Podemos defendieron ayer la misma modalidad. «No queremos que los trabajadores sean los paganos de la actual situación siempre que se demuestre que han accedido a sus puestos en condiciones de igualdad, mérito y capacidad», indicó Díaz.

aportaciones / El portavoz del PSOE en el parlamento autonómico, Javier Sada, insistió en que el proceso de hará «con la máxima transparencia» y respetando los informes de legalidad que se han recibido. Igualmente señaló que durante el periodo de alegaciones todos los grupos «pueden plantear mejoras y aportaciones», por lo que todavía queda abierta la fórmula final que se aplicará en un cambio que apoyan, con matices, el resto de formaciones.