La decisión del Ayuntamiento de Benasque de cerrar un centro ecuestre situado en su municipio se ha visto envuelta en la polémica. La clausura se llevó a cabo el pasado verano, en agosto, contra el parecer de los propietarios del picadero, que ayer emitieron un comunicado en el que calificaron la medida de «arbitraria» y aseguraron que tiene como objetivo «beneficiar los intereses» de un nuevo establecimiento ecuestre, situado en frente del anterior y, según ellos, «propiedad del marido de la anterior alcaldesa popular».

El ayuntamiento, según los afectados, esgrimió que el picadero no cumple las distancias mínimas respecto a la población y que tampoco podía aspirar a la clasificación como núcleo zoológico temporal por la duración de su apertura.

Los dueños del centro ecuestre, denominado La Barana, califican la medidade «incongruente» y consideran que el consistorio ha infringido la normativa jurídica por haberse adelantado a la decisión que adoptan los tribunales de Justicia, dado que el cierre ha sido recurrido por vía legal. Ante esta situación, los propietarios han lanzado una campaña en change.org en la que denuncian «la absoluta indefensión» en la que se encuentran, al tiempo que defienden su papel en defensa del territorio.