Las organizaciones aragonesas y navarras que se oponen al recrecimiento del embalse de Yesa han convocado para hoy una visita de las obras independiente de la organizada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a la que acusan de no haberles invitado.

"Ni nuestras organizaciones ni técnicos independientes han sido invitados, al igual que ayuntamientos directamente afectados por las obras", señalaron ayer en un comunicado las entidades Yesa No y Río Aragón, que han citado a los medios de comunicación a las 10.30 horas en las proximidades de la casa de la confederación. Su intención es informar del estado del proyecto y la posterior entrega a los asistentes de un informe sobre alternativas al recrecimiento y su impacto en Zaragoza.

La invitación incluye una visita alternativa que "ponga de relieve los graves problemas que están generando las obras en la propia zona de la presa". Además se realizará a continuación una visita a la zona de obras en la cola de embalse. En particular se recorrerá "la masiva y en estos momentos absolutamente innecesaria deforestación del soto del río Aragón". La explicación y puesta en común de las alternativas completarán el programa propuesto.

En los actos anunciados se contará con la presencia de los redactores de los informes, en particular Pedro Arrojo, Fito Jiménez y Antonio Casas, así como representantes de las respectivas asociaciones y de la Red de Agua Pública de Aragón (RAPA).

La doble visita a las obras del embalse de Yesa se producen en un momento de gran tensión. Las organizaciones ecologistas han denunciado reiteradamente que las obras para elevar el nivel de la presa, el verdadero caballo de batalla del proyecto, han generado movimientos sísmicos en la ladera derecha. Hasta el punto de que hace ya más de un año se ordenó la evacuación obligatoria y permanente de dos urbanizaciones situadas en ese emplazamiento.

Por otro lado, el proyecto se enfrenta a una gran oposición aguas abajo, en concreto en el municipio de Sangüesa, en Navarra, donde existe un gran temor entre los vecinos a las consecuencias de la rotura de la presa por culpa de la inestabilidad de la ladera en que se asienta el estribo derecho de la presa.

Con todo, la CHE ha manifestado en varias ocasiones que las obras no entrañan riesgos y ha minimizado la importancia de los corrimientos de tierras. Recientemente, un ingeniero de caminos, Carlos Chica, subrayó que el embalse recrecido será un arma de primera importancia para evitar el desbordamiento del Ebro en futuras avenidas en su cuenca.